El niño de un año gatea y por lo
común con gran presteza. Puede hacerlo con manos y rodillas o en cuatro pies, a
la manera plantígrada. Pero pese a su pericia en el gateo, no puede resistir
el impulso de levantarse sobre sus pies y una vez que logra la posición
plantígrada, está casi listo (a) para pararse por sus propios medios, Puede lograr
pararse sin ayuda, pero ordinariamente no alcanza un equilibrio estable hasta
cuatro semanas después. Por ahora se desplaza de costado, agarrándose de algún
sostén; camina, si, pero con apoyo. Sus modos de prensión se acercan a la
destreza del adulto. La prensión fina es hábil y precisa y casi posee la
facultad de soltar las cosas voluntariamente. El componente flexor o de asir ahora
esta compensado por el componente extensor del soltar este control inhibitorio
le permite soltar una pelota con ademan de lanzamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejarme tus comentarios