miércoles, 2 de mayo de 2018

Él bebe de cuarenta semanas


Las cuarenta semanas marcan el comienzo del último cuarto del primer año. Los órganos más distantes del centro del organismo empiezan a ser incorporados al sistema nervioso en expansión; punta de la lengua, yemas de los dedos y dedos del pie. Durante el primer cuarto; la boca y los ojos, en el segundo cuarto; la cabeza, el cuello y los hombros, en el tercer cuarto; los brazos y las manos, en el último cuarto; las piernas, los dedos y los pies he ahí el orden general de avance de la maduración neuromotriz de un bebe de cuarenta semanas y el inicio de su autonomía funcional. Las piernas ya sostienen el peso total del cuerpo pero el equilibrio independiente no llegara hasta el finalizar el año. El equilibrio en la posición sedente, sin embargo, es perfectamente dominado.  Estando sentado el niño puede volverse de costado, inclinarse en ángulos variables para recobrar el equilibrio tan  pronto pasa de la posición sedente a la inclinada, como de la inclinada a la sedente. Hallándose inclinado, retrocede, se balancea o gatea. La prensión ostenta nuevos refinamientos; el pulgar e índice revelan una movilidad y extensión especializada para hurguetear, revolver y arrancar

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