jueves, 24 de agosto de 2017

Su primer día de clases

Llevar por primera vez a un niño o niña a la escuela es una experiencia que los pone en el centro de nuevos eventos; rostros y tonos de voz desconocidos, nuevas actitudes, espacios diferentes, nueva rutina sumado a ello deberá atender a su maestra, comprender lo que le piden, dicen y por su fuera poco; reaccionar al ritmo de los demás. Bajo este preámbulo, respecto a lo que implica llevar a un pequeñito a la escuela, sobre todo en edad maternal (2 y 3 años) lo ideal para contribuir con su adaptación es no reaccionar de inmediato tratando de convencer al niño o la niña para que se quede en la escuela, mucho menos cuestionarles o pedirles que vean bonita la escuela pues solo ellos viven la experiencia. Mejor date a la tarea de observar; ¿que se le está dificultando? ¿llora al quedarse? ¿no le gusto la forma en que lo (a) trataron? ¿Se desconcierta? observar a tu hijo (a) del porque rechaza la escuela te dará elementos para reaccionar y contribuir con ellos. La serenidad y constancia al llevarlo (a) a la escuela será como el antídoto para ayudarles a aceptarla. El cariño que le manifiestes al ir por él o ella a la escuela será un poderoso tonificante para su ansiedad porque descubre que no te perdió, que regresaste y lo más valioso será que en casa no le recuerdes al pequeñito la escuela y si por las noches despierta sobresaltado o llora con ansiedad; reconfórtalo con palabras de cariño y abrázalo para serenarlo (a).

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