Los síntomas primordiales que
caracterizan a este trastorno son la impulsividad y la falta de atención ambos se
presentan en diferentes etapa de desarrollo. El trastorno ha recibido este
nombre ya que las dificultades de atención son considerables y casi siempre
están presentes en los niños con mayor frecuencia que en los adultos.
Existen dos subtipos de trastornos
activo: el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y el trastorno
por déficit de atención sin hiperactividad, aunque se desconoce si se trata de
dos formas de un mismo trastorno o si representan dos trastornos distintos.
Trastorno por déficit de atención
con hiperactividad
Los síntomas básicos se
caracterizan por signos de desarrollo inadecuado como falta de atención,
impulsividad e hiperactividad. Las dificultades de atención e impulsividad se
hacen patenten en la escuela, aunque en el hogar aunque se detecte los padres
por lo general no suelen prestarle atención. Es la escuela quien generalmente
tiende a reportarlo sobre todo porque el niño no persiste en la actividad
escolar o le cuesta organizar y
completar sus tareas escolares. Son niños que a menudo dan la impresión de que
no escuchan o de que no oyen lo que se les dice. Su trabajo es descuidado y lo
realizan de forma impulsiva por lo que se observan errores. Respecto a su
rendimiento en las pruebas escolares se caracteriza por inadvertencias del tipo
de omisiones o falta de interpretaciones. La convivencia en grupo es
particularmente difícil para este tipo de niños sobre todo cuando están en
clase pues la actividad sostenida requiere de una atención prolongada por parte
del niño. En casa se aprecia déficit de atención cuando el niño fracasa en la
realización de las demandas e instrucciones paternas y cuando tiene
dificultades para el mantenimiento de las actividades, incluyendo el juego. La
hiperactividad en niños jóvenes se manifiesta a través de una actividad motora
llamativa por ejemplo el niño se sube a los muebles, se mueve sin parar como si
actuara movido por un motor y tienen dificultades para permanecer sentado.
La sintomatología asociada varía de
acuerdo a la edad e incluye obstinación, testarudez, chabacanería,
fanfarronería, baja tolerancia a la frustración, temperamento explosivo, baja
autoestima y falta de respuesta a la disciplina. Pueden existir signos
neurológicos menores no localizados, disfunciones perceptivo motoras de mano –
ojo y anomalías de origen EEG (electro
encefalograma)
Trastorno por déficit de atención
sin hiperactividad.
Todos los síntomas son
similares a los que se presentan en el
trastorno por déficit de atención con
hiperactividad, exceptuando la presencia de hiperactividad.
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