Los niños son muy comprensivos pero desafortunadamente los
padres los involucran en situaciones adversas sobre todo cuando pelean entre
ellos. Se les involucra innecesariamente en sus peleas, los meten dentro. La
madre tira de su lado, el padre tira de su lado y la vida del niño se convierte
en un sufrimiento y lo más delicado es que poco a poco el niño se convierten en
manipulador, le dirá una cosa al padre y luego algo distinto a la madre. Cuando
esté con la madre estará de su lado, cuando esté con el padre estará de su lado.
Se tiene que hacer manipulador porque está entre dos personas. Si pelean no
involucren a los niños, enfrenten sus propias batallas y para cuando los niños
pregunten sean sinceros al decirles que pelean porque algo no les agrada pero lo resolverán.
Da respuestas concretas, simples sin disfrazar, culpar o incriminar al otro
porque entonces meten al niño en sus peleas aun cuando no las esté
mirando. Cuando los padres pelean entre ellos y saben mantener al margen a los niños, son padres que poseen un tremenda comprensión, saben que el problema no es
de los niños...es de ellos. Son padres que terminan resolviendo sus problemas
porque supieron encararlos bajo la comprensión, entonces los niños viven las
peleas entre adultos en la periferia, fuera de ellas, se percatan de las tremendas
batallas campales, pero también se percatan de la tremenda comprensión que se
llega a dar entre adultos para resolver sus problemas.
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