miércoles, 27 de enero de 2016

¿Porque son infelices los niños?

Los niños son infelices porque deben hacer la tarea. Y no es que no se deba hacer la tarea no, se trata de conocer el trasfondo de porque una tarea hace infeliz a un niño. Hacer la tarea hace infeliz a un pequeño porque se inicia a familiarizar con las responsabilidades escolares, sobre todo si es a temprana edad. Si no se inicio a mostrarle a un pequeñito cómo es eso de responsabilizarse por él o ella con actos muy simples como el comer solo o vestirse obvio que llegado el momento de hacer la tarea lo hará muy infeliz porque no sabe que es eso de ser responsable. Como también lo haces infeliz cuando lo sumerges en disyuntivas al decirle; la escuela es bonita, vas a tener muchos amigos, te van a querer, te va a gustar, esperanzas que albergamos en una pequeña mente... ¿y si no sucede lo que pronosticaste?
Es mejor callar y acompañar a un niño a la escuela mental, espiritual y amorosamente para no hacerlo infeliz.

Los niños son infelices cuando deben comer lo que no les agrada. ¿Porque empecinarnos en obligar a un niño a comer? pareciera que nos importa más que el estómago este lleno y el corazón vacío. Pareciera que nos urgiera dar alimentos tangibles al niño, dejando en el olvido los alimentos espirituales. Pareciera que olvidamos que era un niño feliz hasta antes de ponerle frente a él o ella un plato de comida desagradable para ellos.

Los niños son infelices porque deben respetar a mamá o papá. Y no es que no se deba respetar a los padres, por el contrario alabo tan divina virtud, es más comulgo con ella. Pero respetar hace infeliz si quien lo pide no sabe respetarse y obvio que no sabrá respetar a su hijo o hija. No hay necesidad de hacer infeliz a un niño pidiéndole que te respete, el respeto no se pide, si sabes respetarte sabrás respetar a tu hijo y entonces ambos entraran en una comunión de respeto sin necesidad de exigirlo, mucho menos de describirle al niño como es eso de respetarse. El respeto fluye por si solo.

Un niño es infeliz porque debe cuidarse. Si!... porque le has dicho una y mil veces que se cuide. A costa de su seguridad haces infeliz a un niño y quizá en el momento que realmente enfrente algún peligro pues simplemente se paralizara porque tantas advertencias vuelven inseguro a cualquiera. Las múltiples recomendaciones repetidas una y otra vez como: cuídate, ¡cuidado!, ¡fíjate!, cuídate, ten cuidado… paralizan toda alternativa de protección por el niño. Más vale dar al niño dosis equilibradas de advertencias para su seguridad a empaparlo de miedo antes de que algo le suceda.


Permite que tu hijo pruebe la libertad, sobre una plataforma de respeto hacia los demás. Si le permites Ser,  su propio Ser será como una puerta de pulsaciones de constante felicidad porque será libre para pensar, amar y sentir por él o ella.

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