Nunca fui de verdad un
niño cuando me tocaba
serlo, pero estos últimos días me siento como un niño pequeño.
Ese es el milagro, ¡el auténtico milagro! Volver a
sentirse como un niño es una gran conversión.
Permítelo.... no te avergüences pon a un lado tu edad y tu mente. Si puedes, de repente sentirás cómo
una nueva energía surge en tu cuerpo. Tu edad se reducirá por lo menos veinte
años. Inmediatamente te puedes volver más joven y puedes vivir más
años, permítelo; es
hermoso.
Uno tiene que volverse nuevamente un niño, y entonces la vida se
completa. En la infancia empezamos y en la infancia terminamos. Si uno muere
sin convertirse en un niño, el círculo de su vida queda incompleto. Tendrá que
nacer de nuevo.
Esa es la idea oriental del renacimiento. Si puedes renacer ‑renacer
en esta vida‑, no hace falta que vuelvas a nacer. Si realmente puedes
convertirte en un niño en este cuerpo, no hay necesidad de que renazcas de
nuevo en el mundo. Puedes vivir en el corazón de la existencia. No hay
necesidad de regresar. Has aprendido la lección y completado el círculo.
Todo
tu pasado esta allí como una roca, y
este nuevo fenómeno será como el agua que gotea, un arroyo que
puede convertirse en un río si lo ayudas de lo contrario, la roca es demasiado grande. Pero en última
instancia, si uno continúa ayudando, cuanto más suave, más acuoso, más fuerte
seas, más desaparecerán las rocas.
A largo plazo, la roca siempre es derrotada por el agua. El anciano
siempre es derrotado por el niño. La muerte siempre es derrotada por la vida.
Uno debería recordar esto, y siempre ayudar a las cosas más suaves, más jóvenes
y frescas.
Hazte amigo de los niños y síguelos. Todo lo que hagan
ellos, hazlo tú lo disfrutarán. Los niños son muy receptivos y
siempre entienden. Entenderán inmediatamente que tienes aspecto de
viejo pero que no lo eres, mézclate con los niños y
olvídate de los adultos.
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