Llevar a un recién
nacidito a contactar nuevamente con el agua, es como llevarlo a recordar su
origen, además de que lo relaja y estimula excelentemente. Solo provéete de una
tina con agua a la temperatura que acostumbres a bañar a tu bebe y colocalo en
la postura que les acomode. Así de simple y natural puedes estimular al bebe por
unos minutos masajeando todo su cuerpecito suavemente. Es muy importante que
tus manos no ejercen demasiada presión sobre la piel del niño, para ello deberás
conectarte con tus movimiento, estar exenta accesorios en las manos, sentirte y
sentir al bebe. Inicia masajeando su cabecita, bajando delicadamente por toda
ella, sin tocar el rostro, continua con el cuello donde deberás ser altamente
cuidadosa y masajearlo solo con dos dedos. Continúa por el pecho, la espalda, brazos, dedos con ambas manos hasta llegar a la pelvis, piernas, pies y dedos. Retorna a la inversa
por dedos, pies, piernas, pelvis hasta llegar a la cabecita, solo que ahora llevando
entre tus manos chorritos de agua para ir regando todo el cuerpecito de tu bebe.
Una deliciosa refrescada en todo el cuerpo deja a tu bebe encantado y si
deseas ampliar la experiencia entre ambos, no hables, solo siente y masajea a
tu bebe como conectándose con su presencia. Sera aun más enriquecedor si
acompañas el momento con música clásica. Al realizar este tipo de estimulación una
vez por semana con tu bebe, los serena a ambos.
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