miércoles, 3 de diciembre de 2014

Caprichitos

Si el niño dice, “Quiero la taza rosada, ¡no la azul!” y la madre ya ha servido la leche en la taza azul...
A menudo, la madre corre a servirle la leche en la taza que el niño prefiera antes de que éste comience una rabieta. Una taza sea azul o rosa en nada influye en el desarrollo de un niño, pero si impacta en sus emociones pues lo preparas para ser un manipulador a futuro.

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