Solo coloca tu rostro frente al rostro del bebe a la altura de tu mirada. Con esta posición favorecerás un
acercamiento afectivo y además puede aprovecharlo para; abrir y cerrar tus
ojos, mover la nariz, sacar y meter la lengua, inflar o desinflar las mejillas,
todo lo que se te ocurra realizar con tu rostro para compartirlo con tu bebe, a la
vez que le charlas, será una excelente aportación visual para tu pequeñito y un
divino contacto corporal.
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