lunes, 14 de octubre de 2013

Orientación firme y amorosa

Algo más que necesitan los niños es orientación. Si los pequeños se encuentran rodeados de adultos que los aman y les enseñan con firmeza cuales comportamientos son aceptables y cuáles no, ellos aprenden a controlarse. Pero, ¿cómo puede lograrse esto? Los siguientes son unos cuantos pasos que pueden darse:
• Asegúrate que tu pequeño no corra riesgos de accidentes e impide cualquier comportamiento peligroso. Por ejemplo: “No te subas en la mesa porque puedes caerte”.
• Dile lo que puede hacer: “Si quieres trepar, súbete al sofá”.
• Ejemplifica el comportamiento aceptable. Manten presente que los niños con frecuencia imitan las conductas de los adultos; tanto las buenas como las malas.
• Establece límites claros y reglas sencillas. Los niños se sienten más seguros al saber lo que se espera de ellos.
• Díle “no” lo menos posible. Explíquenle sus razones en un lenguaje sencillo.
• Ofrécete alternativas. “No debes lanzar los juguetes. Pero puedes lanzar esta pelota o este cojín. ¿Cuál prefieres?”
• Planeen actividades interesantes para los pequeños. Un niño ocupado en el juego tiene menos probabilidades de actuar impulsivamente.        
No importa cuán furioso o frustrados puedas sentirte en ciertas ocasiones, nunca se debe estremecer o sacudir a los pequeños. Hacerlo puede perjudicar al niño emocional y físicamente de forma permanente. Perder el control y expresar la rabia contra los pequeños puede dejar cicatrices imborrables si esto ocurre con regularidad. Si es preciso, acudan a un miembro de la familia, a algún amigo(a) o un(a) profesional que te ayude a serenarte y  controlarte.

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