Coloca al bebe entre tus brazos, boca abajo, cuidando no
lastimarlo. Ahora balancéalo suavemente de un lado a otro, de un lado al otro. Con este suave arrullo generaras en el niño, nuevas perspectivas visuales, su cuerpo se relajara y su tronco se fortalece. Te recomiendo cuidar que tus manos estén exentas de artículos que lesionen la piel del bebe.
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