jueves, 10 de enero de 2013

Inteligencia sometida


Muchos de los conflictos que vive el adolescente, por no decir todos, sin excepción, constituyen episodios absolutamente normales durante el desarrollo del adolescente. Esta normalidad sin embargo no evita que los adolescentes vivan esta etapa con incertidumbre y ansiedad. Así los brotes de emotividad, las crisis internas, acompañados por los cambios físicos y hormonales propios de la edad y es durante esta etapa cuando estas incidencias se ven reflejadas en el rendimiento intelectual. Los maestros y profesores, sobre todo, saben perfectamente que suele ocurrir en estas edades. Los alumnos que habían venido trabajando con resultados más que excelentes demostrando un nivel óptimo de inteligencia, de repente entran en una fase de desconcierto y retroceso, tienen dificultades de comprensión y concentración en clases y para realizar las tareas escolares en casa y todo ello se ve reflejado en las calificaciones, los reportes, o las llamadas de atención.
Aunque los conflictos que vive el adolescente constituyen episodios inevitables sucumben temporalmente a la incertidumbre y a la ansiedad. Y es tal la exigencia del adulto que de una u otra manera reaccionan poniendo en juego todos sus recursos cognitivos.
Es decir los adolescentes de ambos sexos deberán poner en juego toda su capacidad intelectual para afrontar y resolver los inevitables conflictos que conllevan la adolescencia. 

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