Una tina con agua calientita, una esponja, jaboncito y
muchas toallas para secarlo. Te sugiero un bañito de pies a tu bebe, única y
exclusivamente para estimular aquello que tanto urge al adulto; “su futura marcha”. Así es…siéntalo en
una sillita pequeña, desnuda sus piecitos y en un primer momento colócalos
dentro del agua calientita…ahora masajéalos de arriba-abajo, de arriba-abajo.
Ahora juega a hacerle cosquillas con la esponja empapada de agua arriba y abajo
de sus piecitos, juega con el tantas veces como lo deseen, Finalmente, pon
jaboncito al agua haciendo burbujas y mas burbujas. Llego el momento de
chapotear, así que; invítalo que chapotee con sus piecitos la espuma que has
hecho. Es decir patalear y patalear la espuma. Siiiii…..estoy consciente del
regadero de agua y jabón que se hará…., pero créeme vale la pena intercambiar
un instante de desorden por un aprendizaje inolvidable para el bebe al: sentir
las manos de mama para relajar su piecitos, hacerlo reír con la esponja y patalear
cuanta veces lo desee…acaso no es un clima de intimidad amorosa entre madre e
hijo. Y si te desgloso sus aprendizajes te sorprenderás; de entrada fortaleces
planta de los pies, estimulas tacto, control motriz grueso, control postural y
no olvidemos las sensaciones que generaste en su piecitos….saluditos
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