lunes, 25 de junio de 2012

trascendiendo el amor


El amor no se parece a la inconsciencia.  Por lo general, cuando estás enamorado, eres inconsciente.  Entonces es pasión, entonces es el denominador inferior, entonces es el escalón más bajo de la escalera.  Evidentemente el amor es como una escalera y cuando estas enamorado te encuentras en el escalón más bajo.  Y en el escalón más alto se encuentra una tremenda conciencia…ahí se encuentra el verdadero amor a la otra persona, y si no puedes ser consciente en presencia de aquel que amas ¿dónde vas a ser consciente?  Si la presencia de aquel que amas no es suficiente como para que seas consciente, ¿en qué otra parte encontrarás el tesoro de la conciencia?  Si amas a esa persona, si realmente la amas, surge un clímax de conciencia.  Gozas simplemente mirándole, contemplando a tu amado, a quien amas; te gustaría ser sólo una pura presencia.  Y se ayudan entre sí a ser más conscientes porque cuando uno se vuelve más consciente, de inmediato eso se refleja en el otro. El otro se vuelve más consciente y eso se convierte en una reacción en cadena.  Ascienden más y más alto y llega un momento en que nace el fruto.  Ese fruto se llama “amor”.  Y ofreces ese amor al maestro del mundo.  Ningún otro fruto sirve,.…son conscientes y dan frutos.
Y en ese clímax de conciencia son fértiles.  Fuera de él, la gente lleva vidas estériles.  La gente vive sin dar fruto, la gente lleva una vida estéril.  Nada nace de ellos, simplemente viven y mueren.  Sus vidas son intrascendentes, sin significado.  La trascendencia surge solamente cuando se convierten en un solo árbol y surge de el fruto del amor.
            

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