Ahora cepillemos el cabello. Y que mejor oportunidad que sea
papa o mama quien se deja cepillar por el niño. Y si estás dispuesto a realizar
esta proeza, será un contacto afectivo inolvidable para el niño. Bien… solo acércate
los cepillos que usan para el cepillado diario e invita al niño a que cepille tu cabello. Si es mama y tiene el pelo largo, rizado
o lacio será una hermosa oportunidad de estimular bracitos, manitas del niño,
control óculo manual. Y si eres un papa o una mama que tienen el pelo corto de
igual manera estimularas al bebe. En
ambos casos lo mas enriquecedor del momento radica en llevar al niño a sentir
tu cabeza, esforzarse al máximo para no lastimarte y sobre todo estar altamente
atento a tus reclamos: hay…me jalas!!!….jejeje…solo bromeo. Esto es lo más
hermoso del acercamiento, pues siempre peinamos al niño y cuando nos dejamos
que él nos peine surge un aura de amor que se profundiza en ese instante en tu bebe, con solo una trivialidad
de la vida diaria. Así es….solo
permítete jugar y veras las transformaciones que pueden surgir en una pequeña
almita…. J
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