Llego el momento de encauzar sus primeros hábitos
de limpieza. Y recuerda que todo hábito se finca con la constancia. Por lo que
te sugiero que; una vez que inicias a enseñar al niño cepillarse los dientes es importante ser constante a la hora implantar una rutina de limpieza. Ademas te sugiero que este acto lo respaldes por tres momentos: llevar al niño hasta el lugar donde se cepillara los dientes, mostrarle como hacerlo y permitirle que realice el cepillado. Es decir si eres constante con estos tres momentos, el niño aprende el
significado de la constancia y por lo tanto no evade un acto de limpieza. Al paso del tiempo el
niño lo realizara solo y abras cimentado un habito, felicidades!!!
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