Ha llegado la hora de
iniciar a contactar con aquello que mama le llama zapatos. Además tienen unos
cordoncitos que se pegan a ellos. Así de abstracto resulta para el niño mirar el
acto de anudar agujetas tanto en sus zapatos como en los zapatos de quienes
habitan la casa. Hoy te propongo que inicies a familiarizar al niño con este
acto tan complejo. Y como hacerlo, muy sencillo…-detén tu pensamiento y no te volquees de inmediato a
enseñarle a anudar agujetas-. Llévalo por el camino gradual, es decir muéstrale
las diferencias de los zapatos; uno tienen agujetas, otros no, algunos son más
pequeños que otros más grandes, etc. Graduablemente llévalo a contactar con los
zapatos y en especial con las agujetas.
Finalmente llevalo a mirar cómo se desplazan
las agujetas por esos orificios y el recorrido que siguen hasta llegar a formar
un nudo. El niño requerirá de más de una práctica para conseguirlo. Así que no
te desesperes, solo siéntate al suelo con él a mirar la trayectoria de las
agujeta mostrándole y permitiéndole que
lo intente.
Semana cumpleañera y
me fascina proyectar mi felicidad con
las miradas que llegan e este rincón.... seis décadas de habitar este planeta…y en tanto tenga vida, seguiré
escribiendo…saludos
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