Cuando el niño sale del vientre, es la mayor conmoción de su vida. Ni
siquiera la muerte será una conmoción tan grande, porque la muerte llega sin
avisar. La muerte le llegará muy probablemente cuando esté inconsciente. Pero
mientras está saliendo del vientre de la madre está consciente. Su largo y
hermoso sueño de nueve meses se ve interrumpido y entonces le cortas el cordón
que le une a la madre.
En el momento en que cortas el cordón que le une a la madre has creado un
individuo lleno de miedo.
Esto no es lo adecuado; pero así es como se ha hecho hasta ahora.
Hay que separar al niño de su madre más despacio, más gradualmente. No se
debería producir esa conmoción, y eso se puede arreglar
En la habitación no debería de haber luces deslumbrantes, porque el niño ha vivido durante nueve meses en una
oscuridad absoluta y sus ojos que nunca han visto la luz, son muy delicados. Y
en todos los hospitales hay luces deslumbrantes, tubos fluorescentes, y el niño
es expuesto a la luz súbitamente... Casi todo el mundo tiene los ojos delicados
por este recibimiento. El niño debe nacer en la oscuridad o con una luz muy
suave, quizá de velas. La oscuridad sería lo mejor, pero si se necesita un poco
de luz, las velas servirán. La manera en que reciben al niño es desagradable.
Levantan al niño por los pies y le dan una palmada en las nalgas. Detrás de
este ritual se esconde la idea de que esto ayudará a respirar al niño porque en
el vientre de la madre no estaba respirando por sí mismo; la madre respiraba por
él, comía por él, hacía todo por él. No es un buen comienzo que para darte la
bienvenida te cuelguen boca abajo y te den una palmada en las nalgas.
Si no fuera así, el niño empezaría a respirar por su cuenta; habría que
dejarlo sobre el vientre de la madre, encima del vientre. Antes de cortar el
cordón umbilical se le debería dejar encima del vientre. Estaba dentro del
seno materno, en el interior; ahora está afuera. No es un cambio demasiado
grande. La madre está ahí, la puede tocar, la puede sentir. Conoce su vibración.
Es perfectamente consciente de que ésta es su casa. Ha salido fuera pero ésta
es su casa. Dejadle estar un poco más con
su madre para que se
familiarice con ella por fuera; ya la conoce por adentro.
Y no cortes el cordón que le une
hasta que empiece a respirar él solo.
Déjale que respire por su cuenta. Sólo le llevará unos minutos. No tengas
tanta prisa. Se trata de la vida entera de un hombre o una mujer. Cuando
comienza a respirar, adquiere la confianza de que puede vivir por su cuenta. Ahora ya
puedes cortar el cordón, no sirve de nada; no le producirá ninguna conmoción
al niño.
Después, lo más importante es
que no le tapes con mantas en la cama. Durante nueve meses estuvo sin mantas,
desnudo, sin almohadas, sin sábanas, sin cama. No hagas un cambio tan rápido.
Lo que necesita es una pequeña bañera con la misma solución de agua que
había en el vientre de su madre, exactamente agua salada, la misma proporción de compuestos químicos, exactamente la misma. Si
preparas la misma agua en una bañera
pequeña, y colocas dentro al niño,
se sentirá perfectamente recibido. Esta es la situación con la que está
familiarizado. Dale al niño una oportunidad de llegar a un espacio similar al vientre de su madre…cbf
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