viernes, 18 de octubre de 2019

Tiempo para los niños


El tiempo que dediques a tus hijos definitivamente es importante porque impacta en su desarrollo emocional, intelectual y social hablo de tiempo para aportar, acercar, enseñar o simplemente convivir con los niños y no aludo al hecho de pasar largo tiempo con ellos no, hablo de aprender a pasar tiempo con ellos. Aprender a estar con los niños es tomarte unos minutos para acercar tus emociones a sus emociones, mostrarles el conocimiento, saber cómo charlan, como piensan, como sienten al estar tan cerca uno de otro experimentando nuevos estilos y no importa si inicias con un mínimo de tiempo para aprender a estar con ellos, importan las capacidades que vayas desarrollando para pasar tiempo con tu hijo o hija. Aprender a pasar el tiempo con los niños es aprender a contactar con su inteligencia, con su estado emocional y descubrir cómo se relacionan con otros. Contactar con su inteligencia no es cuestión de sentarte hacer la tarea con ellos, se trata de conocer sus capacidades de pensamiento, sus limitaciones o evasiones cognitivas a eso le llamo conocer realmente a tu hijo o hija porque cuando se conocen a los hijos se sabe cómo colaborar con ellos e incluso a uno le llegan las respuestas del como expandir sus capacidades de eso se trata aprender a pasar el tiempo con ellos. De igual manera sucede con su estado emocional; al conocer su carácter aprendes a respetarlos, sabes cómo ayudarles a gestar sentimientos de valía en ellos es como compartir tus emociones con sus emociones. Así que la próxima vez que vayas a pasar tiempo con tu hijo (a) antes pregúntate; ¿de qué calidad será el tiempo que pase con él o ella?

Libertad a los niños


Dar libertad a los niños es aprender a dejarlos moverse bajo reglas, dar libertad a los niños no es una cuestión de libertinaje es una situación de expresión personal bajo estándares de convivencia. Para dar libertad a los niños se necesita aprender a dejarlos Ser, Expresarse y Sentir retos que enfrentamos como padres o madres, retos que es más fácil evadir u olvidar que intentar ponerlos en acción para dar libertad a nuestros hijos, lo expresó firmemente porque se cómo hemos sido educados, y no pretendo generalizar, por el contrario pretendo dar valor a la autonomía que pertenece a los niños y solo aquellos padres o madres que se atreven a dar el salto de la rigidez a la libertad se atreven a guiar sabiamente a la inocencia. Y no estoy siendo subjetiva, estoy siendo realista, el simple hecho de dejarlos Ser es quizá la labor más aterradora que nos torna tremendamente protectores y hasta controladores de nuestros hijos. Se aprende a dar libertad a los hijos en la medida que uno quiere encauzar una crianza saludable la vida te va mostrando como hacerlo, como actuar, que tiempo y que tanta flexibilidad o firmeza se precisa para lograrlo. Cuando se está dispuesto a dejar libre a un alma, se está dispuesto aprender cómo hacerlo contrario a ello estarás en constantes interrogantes como; si los dejo  libres les vaya a pasar algo, los peligros los acechan, te deben obedecer para estar segura (o) de que no pierdes el control, su disciplina debe estar acorde a tus canones cantidad de paradigmas instalados en la cabeza te negaran dejar Ser a niños y niñas. Aprender a dejarlos Expresarse, factor que nubla la libertad, resulta desafiante para los padres porque estamos acostumbrados a ser quien hable y no los niños y cuando los dejamos hablar y dicen cosas que no nos parecen se reprime la comunicación o se obliga a callar te das cuenta del precio de la libertad. Permitir que los niños se Expresen es tender puentes de aprendizaje para comunicarse, aprender a decodificar lo que quieren, aceptar la verdad cuando viene de ellos, aceptar sus fallas y nuestras fallas de eso se trata dar libertad a los niños. Libertad para Sentir es quizá lo más valioso y atesorable que nos ha otorgado la vida y no debería ponerse en contexto el si se nos da o no libertad para sentir, desafortunadamente es la primera libertad que mutilamos porque ante el mínimo llanto de un niño (a) de inmediato reprimimos; porque lloras, deja de llorar al parecer a los niños les esta negado sentir y para cuando somos adultos nos urgimos sentirnos bien caray en que paradoja hemos caído. Así que la próxima vez que vayas a expresar que les das libertad a tus hijos mejor piensa si eres sincera (o) contigo.

Disciplina


En todo entorno existe la disciplina, hablo de las normas que rigen el comportamiento de niños y niñas en sus distintos ambientes sea familiar, escolar, social o cultural. Sin embargo cuando de disciplinar a los niños se trata contrario a detectar la norma o el medio para enseñarles a comportarse en automático detectamos la falla y se aplica la sanción. Me pregunto; -que mente puso en nuestro cerebro el hecho de que disciplina es igual a castigo- porque nos saltamos la norma o la regla valioso medio de civilidad, de normatividad. Damos por hecho que para educar es requisito regañar, sancionar, castigar y hasta violentar y por si fuera poco lo coronamos en aras de disciplinar. Pero dejándome de tantas negatividades estoy convencida que solo una mentalidad y un corazón que conoce el efecto de una norma sabe que la disciplina por si sola se instala en casa cuando gira en función de las normas, los niños aprenden nuevos paradigmas, se auto disciplinan por si solos valiéndose de las reglas de casa y cuando rompe alguna saben reconocerlo efecto de una disciplina saludable.