miércoles, 18 de abril de 2018

Palabras, palabras


Si de estimular el lenguaje en tu bebe se trata, trabajar con palabras es ideal.  Se trata de recortar palabras previamente de cajas, botes o bolsas para enseñarle a tu bebe a construir frases u oraciones. Solo recaba una cantidad suficiente de textos sean recortados o en su propio empaque, teniendo tus materiales preparados elije uno de ellos para leer a tu pequeño (a) y enseguida arma una frase con la palabra elegida por ejemplo; leche (palabra) ahora dile; la leche es rica (oración). Realiza lo mismo pero ahora con otra palabra invitando al bebe a repetir lo que dices, recomiendo que lo alientes ayudándole y mostrándole el texto elegido. Realiza este tipo de estímulos cuantas veces desees a lo largo de la semana con palabras cortas o largas favorecerá la articulación del lenguaje en tu bebe.

A esconderse!


Imagina que juegas a esconderte con tu bebe, si a esconderte estando frente a tu bebe para estimular su lenguaje. Solo di a tu bebe; -¡no veo, no veo!- a la par que te tapas los ojos, y al destapártelos di; -veo un bebe- vuelve a taparte los ojos diciendo; -¡no veo, no veo!-  al destaparlos di; veo una nena, continua con la misma dinámica solo que al destaparte los ojos ve diciendo con palabras lo que vez; suéter, silla, cuadro, mesa, sillón invitando a tu bebe a repetir cada palabra que dices a la par que la señalas. Al destaparte los ojos dices una palabra, señalando un objeto. Puedes invitar al bebe a esconderse  para decir palabras. Repite  el juego tantas veces como desees en distintos escenarios para favorecer nuevas palabras.

Correr tras palabras


Si de correr se trata un bebe es experto en ello, sea en su cochecito o sin él  así que porque no aprovechar esta habilidad para estimular su lenguaje, para ello haz lo siguiente; elije las palabras que deseas estimular representándolas con artículos, juguetes, verduras o frutas por ejemplo; biberón, pelota, papa, plátano. Elegido tu material para decir palabras colócalo a tu alcance e inicia por tomar el primer objeto, como el biberón, colócate frente a tu bebe, muéstraselo e invítalo a seguirlo a la par que vas diciendo su nombre. Y para cuando él (a) bebe intente tomar lo que le muestras aléjate poco a poco para que tu bebe te siga. Al iniciar hazlo lentamente y asegúrate de ir elevando la velocidad. Se trata de jugar a perseguir un objeto diciendo su nombre. Al hacer periódicamente este tipo de juegos propicias el lenguaje en tu bebe.

Es tiempo de comunicarse


Ya es un o una preescolar y su bagaje de palabras es tan amplio que no hace falta estimularlo (a) por fin se ha desencadenado un cumulo de palabras cual torrente de comunicación. Ahora compete estructurar, dar un orden, secuencia y una cronología a las palabras que dicen niños y niños. Un orden porque el niño aprende mediante ensayo y error que las palabras van saliendo abrupta o melodiosamente de ahí que cuando lo o la escuches hablar desaforadamente permite que evoque todo lo que su cerebro tiene que decir, permite que se exprese atropelladamente después cuando haya pasado aquella excitación de sacar sus palabritas ayúdale a estructurar lo que dijo, si a estructurar eso que quiso decir, quizá le falto ilación por lo que abra de darle un orden, tal vez intercambio palabras por lo que será necesario crear una secuencia, quizá el tiempo en el que se está expresando aún no está comprendido por lo que su cronología de palabras aún no está bien definida (hoy, ayer, mañana) abra que ayudarles. Solo pide al niño (a) que vuelva a repetir lo que dijo bastara para colaborar con su lenguaje. Así que cuando se inicie algún intercambio de palabras entre ustedes no se te ocurra interrumpir tan preciado desfogue de palabras porque si lo haces será como bloquear el aprendizaje dando cabida a la frustración, inhibición e incluso si lo (a) callas o corriges devalúas su lenguaje mejor espera a que termine de expresarse y luego den rienda suelta a estructurar, dar un orden, una secuencia a eso que te quiere decir tu pequeño (a).


Hablan cuando sienten confianza


Se pensaría que como ya es un niño o una niña en edad escolar su lenguaje para comunicarse en el hogar, la escuela o fuera de casa deberá estar en elevados rangos de interacción con otros, de elevada apertura o desinhibición para comunicarse pero no es así. Quizá para algunos niños es una ganancia de su desarrollo y el medio que les rodea pero para otros no. En esta etapa escolar pareciera que niños y niñas optan por ser altamente esquivos para hablar en especial con sus padres no siendo así con sus iguales. Son tan huidizos que necesitan sentir una real confianza para aflorar su bagaje verbal con mama o papa. Así que… -si de comunicarte- o -querer que tu hijo te tenga confianza para hablarte de todas sus experiencias- la clave es dársela, es rodearles de un ambiente impregnado de certeza. Hablo de propiciar una comunicación saludable. Hablo de tender puentes de palabras donde padres e hijos intercambien experiencias propias o ajenas mediante una comunicación fluyendo libremente, saben que tienen diferencias pero también saben que pueden hablar de cualquier situación y eso solo se logra si eres una persona confiable con ellos.