miércoles, 8 de junio de 2016

La ira

Gurdjieff creaba situaciones. Era de la opinión de que si deseamos un mundo más silencioso, más en paz debemos enseñar a nuestros niños cómo enfadarse, cómo sentirse celosos, cómo llenarse de odio, cómo ser violentos. ¡Debemos enseñárselo!  Realmente estamos haciendo lo contrario les decimos a los niños; ¡No te has de enfadar! nadie les dice lo que es el enfado, nadie les enseña que si quieres sentirte enojado, siéntete enojado con atención, siéntete enojado de la manera más eficiente y conviértete en un maestro de la ira.  ¡Nadie enseña estas cosas!  Todo el mundo está en contra de la ira y todo el mundo dice; ¡No has de enfadarte!.  El chico todavía no sabe lo que es la ira, pero le decimos; “No te has de enfadar” y seguimos dictándole, “No hagas esto, no hagas esto otro”.
A un niño se le preguntó cuál era su nombre y el niño contestó, “No hagas eso”, porque siempre que estoy haciendo algo mi padre o mi madre me dicen gritando; ¡No hagas eso! por eso creo que ése es mi nombre.  Siempre se dirigen a mí como; “No hagas eso”.
La ira interior es sencillamente como electricidad, como los rayos. Tiempo atrás, los rayos en las nubes eran la ira de Dios, actualmente sabemos con precisión el origen de los rayos hemos llegado a conocer qué son.  El saber se convierte en poder. Tu ira es también una clase de electricidad interior en el momento en que la conoces, la sientes o pones atención en ella deja de haber ira en tu interior.  Y entonces eres capaz de canalizar tu ira, en otras palabras la ira; se convierte en tu siervo. Gurdjieff
Hoy al despertar sentí la ira, la sentí entre confundida, aturdida y ese sonambulismo del despertar, buscaba porque estaba enojada; no había dormido bien, me levante con migraña y obviamente que las dolencias y la falta de sueño pues me invadierón de ira, así supe su origen al despertar. Me prepare para llevar a caminar a mi perro, como es mi costumbre todas las mañanas, al abrir la puerta me recibió dando  saltos de alegría, rondándome vuelta y vuelta y yo aún impregnada de ira pues simplemente dije un; -ya L, déjame- la ira y la alegría se habían dado los buenos días y fue tan real que decidí compartir mi despertar. Las letras de Gurdjieff ya estaban listas para ser publicadas pero tal experiencia valía la pena anexarlas como tal. La ira brota en cualquiera, porque aquel que diga que no se enoja no lo creería, lo creería si fuese un iluminado, pero ellos no lo dicen, hoy en día acepto la ira, la vivo, recibo y la gran diferencia de vivirla reside en no volcarla sobre alguien, claro que dije un; -ya L a mi perro- y el conociéndome pues solo se dio la vuelta y me dejo, intuyo que estaba enojada. Al regresar del paseo estaba lucida, serena y reflexionando sobre el suceso. La vida me había dado la oportunidad de dimensionar la ira, me percate de la gran diferencia del sentirla a volcarla en alguien. Caigo en la cuenta del porque negamos tal sentimiento, se nos enseñó a reprimirla mas no a sentirla y obviamente que sale para violentar, pero como lo he descrito; no es lo mismo sentirla a volcarla sobre alguien. Te he compartido mi propia ira y en verdad que es sanador dejarla salir no para proyectarse sobre alguien para que se enfríen tus sentidos y se apacigüe tu corazón. 

La ira se enfria con prudencia

No te alarmes si el niño te violenta, alármate si tú violentas al niño porque algo es real; ambos poseen ira y es válido sentirla pero sin violentarse mutuamente, la prudencia se espera de ti. 

Si el niño se enoja, no te enojes porque pierdes

No temas si el niño estalla en ira o se pega así mismo, mejor serénate para recibir, enfriar y ayudarle a tu pequeño a canalizar su ira. Si te prometes no encenderte como se enciende el niño, juntos reciben y apaciguan la ira.

Violencia vs Sabiduría

La próxima vez que agredas a un niño posterior a la agresión analízate si valió la pena corregir con violencia a corregir con sabiduría

miércoles, 1 de junio de 2016

Mirar rostros para socializar

Una mirada breve genera en el recién nacidito su primer contacto social. El contacto visual es el punto de partida para comunicarse contigo, hablar y llevarse con otros. Y si el punto de partida para contactar con otros es la mirada pues que mejor que estimules en tu bebe este formidable don de la vida. Solo tomate unos minutos para llevar a tu bebe a mirar rostros… si, solo a mirar lo que rodea. Elije con mucha cautela el lugar a visitar, de preferencia donde circulen rostros, en lo personal, saldría a un centro comercial y desde el momento de entrar en el lugar elegido pondría al bebe a la altura de más rostros, es decir no lo llevaría en carriola o portabebés porque solo miraría pies y piernas. Cargaría al bebe de tal forma que su rostro quedara a la altura de más rostros incluido el mío. Y quizá lo más importante sería cuidar el tiempo, para mirar rostros, sería como entrar y salir del centro comercial pues el solo acceso y medio recorrer el lugar tomaría más de media hora y eso es suficiente para no cansar al bebe. Una salida rápida para mirar rostros deja en él o ella incontables vivencias, además de mirar rostros para socializar.

Enséñalo a socializar para que no muerda o pegue

Al año él bebe es definitivamente el centro de atención, y lo sabe tan bien que tiende a repetir una y otra vez toda gracia que le sea festejada. Y si tu bebe se encuentra en esta etapa, sentirse el centro de atracción, pues es formidable para estimular su sentido de pertenencia en este mundo. Es el momento ideal para llevarlo a socializar, no solo dentro del nido hogareño también con sus iguales, es decir con bebes de su misma edad o similar y si son desconocidos para él o ella pues que mejor. Te aseguro que si colócalas a tu bebe junto a otro bebe pierde la cordura y tan bellas gracias que le caracterizan brillaran por su ausencia, porque al estar a la par con otro bebe de su edad no sabrá que hacer, pero esa es la intención, es decir este descontrol es oportuno para iniciarlo en el camino de socializar, le costara trabajo aceptarlo pero sera ideal para ayudarle a descubrirse, aceptar a sus iguales y lo más valioso enseñarlo a compartirse como entidad y en segundo momento compartir los espacios con otro pequeñito. Una experiencia formidable para que cuando vaya al kínder no te manden a llamar de la escuela porque pego o mordió tú bebe, efecto del no saber socializar.


El efecto de la palabra "mio!

A los dos años el niño ya usa la palabra mío, manifiesta interés inconfundible por la propiedad de objetos y personas. De ahí que siendo la edad crucial del apropiarse de todo pues es excelente para enseñarle al bebe a compartir tanto a mamá, papá o sus juguetes. Veamos cómo hacerlo...cualquier oportunidad que se te presente para abrazar, cargar, saludar o dar un besito a otro bebe similar a la edad de tu bebe, estando tu bebe contigo, será una excelente demostración de lo que es compartir, de mirar como mamá se comparte con otros, da amor a otros bebes. Quizá tu bebe te demande atención de inmediato, pero justo ahí es donde reside la enseñanza, es ahí donde no será saludable reaccionar a la demanda de tu bebe pues tú y yo sabemos que al bebe quizá no le agrade que abraces a otro bebe, pues le perteneces a él o ella, luego entonces la conducta recomendable será retornar a tu bebe con toda naturalidad sin hacer énfasis en el evento. Por otro lado si de enseñarle al bebe a compartir sus juguetes se trata una forma ideal sería llevarlo de paseo en especial donde hay niños de su edad para compartir dulces, paletas o bombones lo que consideres que no alterare al bebe que reciba el regalo e incluso pueden ser juguetitos de esos que se utilizan para piñatas. Al tener un contacto pasajero con otro bebe para dar, tu bebe inicia a desprenderse del sentimiento del “mío” lo preparas para compartir a muy temprana edad y te aseguro que para cuando llegue el momento de ir a la escuela no le costara compartir y lo más valioso es que no morderá cuando le quiten algo o pegue porque le arrebatan sus juguetes pues está acostumbrado a dar y en breve aprenderá también a cuidarse.