miércoles, 17 de febrero de 2016

Los dos años es la edad ideal para cultivar la autonomía

A los dos años el niño camina y deambula por todo su entorno se siente tan libre que uno pensaría que es totalmente autónomo, pero no es así. Tal conducta es parte de su desarrollo pues la exploración lo atrae poderosamente y ahora es cuando dependencia y autonomía se entremezclan,  es decir por un lado el hecho de saber caminar le demanda al niño desplazarse por doquier (se siente autónomo) pero a la vez pide ayuda para explorar (depende de ti) así que se elevaran las demandas hacia mamá o papá para que le provea de todo en especial aquello que no alcanza o quiere. Antes estas conductas quizá  pierdas los estribos pues no sabes si dejarlo o controlarlo y aquí es donde la dependencia o autonomía cobran un tremendo significado. Si cedes a todo lo que quiere el niño estarás haciéndolo dependiente de ti y por otro lado te estará controlando. Pero si no caes en sus demandas excesivas y reaccionas atendiendo aquello que consideras válido y omitiendo lo que no procede, tomaras el control de la situación y el niño se frustrara, serán sus primeras experiencias de que no todo se le puede proveer. Esta edad será critica pero si te mantienes firme y constante por alrededor de un año abras conseguido iniciar al pequeñito en la ruta de la autonomía.

La autonomía a los tres años

Si a los tres años has confundido la autonomía con la  permisibilidad exagerada, es decir; permitir que el niño haga lo que quiera, será una clara manifestación de que tiene el control sobre ti y eso no es autonomía. Y para cuando no estés en posibilidades de darle lo que quiere sus conductas tenderán a tornarse en rebeldía o agresividad porque te exigirá que te comportes como lo has venido haciendo; “dándole todo”. Lo querrá todo y ahora tendrás que controlarlo y él querrá controlarte, lo cual solo deja a ambos sumergidos en tremendas crisis. El antecedente fue que te entregaste a él o ella a temprana edad dejándolo hacer su voluntad. Aun cuando el costo por enseñarle al niño a ser autónomo sea alto para atender normas, más vale hacerlo ahora a dejar que pase más tiempo y el niño se convierta en un pequeño tirano que controla a todos donde quiera que vaya. Otro tipo de situación que merece la pena retomar, hablando de dependencia sucede cuando observamos a un niño o niña que son tímidos, no reaccionan, casi siempre esperan a ser atendidos por el adulto, es decir solo reaccionan mediante ti y para cuando el niño sale a la escuela los pequeñitos no saben cómo reaccionar. Conductas que son una clara manifestación de falta de autonomía.

La dependencia inhibe a los niños

Para los cuatro años si un niño es muy dependiente de mamá o papá le costara socializar, porque lo único que conoce es el entorno de los adultos y desconoce cómo es convivir con sus iguales, es decir; niños de su misma edad. La dependencia fomentada excesivamente en el hogar propicia en el niño pasividad, inmovilidad y se ve reflejada para cuando asiste a la escuela la observas mediante conductas como; no se adapta, no cuida sus pertenencias, no sabe pedir permiso para ir al baño, olvida la mochila o es agredido por sus iguales lo cual refleja carencia de autonomía en tu hijo (a). Si para esta edad del niño aun no le has enseñado a ser autónomo las consecuencias tenderán a agudizarse a medida que crece pues te dirán de la escuela que tu hijo es temeroso, no reacciona, es distraído, antisocial, tímido o que es un niño que rechaza la escuela. Cualquier conducta que refieran de tu hijo respecto a este tema lo solucionas con dosis graduales de autonomía para ello te he dejado en cada palabra clave un  enlace que te dirá como solucionarlo.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Escritura del nombre_1 año

Al año puedes iniciar a tu pequeño a familiarizarlo con las letras. Las letras que a futuro serán un requisito indispensable para cuando asista a la escuela. Cuando los padres esperan a que el niño llegue a la escuela para aprender a leer y escribir enfrentan  tremendos obstáculos y muchas veces no saben cómo ayudarlos o participar con sus pequeños en la lectura y escritura.  Por ello inicia desde ahora a familiarizar al niño con las letras y lo ideal es partir de la escritura de su nombre.  Toma papel y lápiz escribe el nombre del niño y léele lo que dice ahí. Con dos simples actos, escribir y leer el nombre del niño lo familiarizas con las letras. Pasada una semana vuelve a repetir el acto y como el niño ya te vio escribir ahora pregúntale que dice ahí, serán actos que irán afianzando la lectura y escritura del nombre propio. Asegúrate de ir colocando los carteles al alcance del niño para que los mire. Pasadas unas semanas el niño ya se abra familiarizado con su nombre así que ahora dale lápiz y papel y pídele que escriba su nombre, el resultado seguramente serán garabatos, pero será su nombre así que también agrégalo a los que has venido escribiendo. Repite la actividad tantas veces como sean necesarias hasta que el niño se familiarice con su nombre.

Nota; solo deberá ser el nombre de pila sin apellidos y de preferencia con letra minúscula de imprenta.

Escritura del nombre_2 años

A los dos años la escritura del nombre propio  de tu hijo es un acto importante para familiarizarlo por un lado con las letras y por otro con el nombre que le da identidad. Para ello aprovecha un cuaderno grande de dibujo y pídele al niño que se dibuje, después escribe su nombre debajo del dibujo y lee lo que dice ahí. Pasada una semana vuelve a pedirle a tu hija o hijo que se dibuje y nuevamente pídele que escriba su nombre, serán sus primeros garabatos y estará bien, después escribe su nombre correctamente para que el niño observe, se familiarice y descubra las letras de su nombre. Vuelve a repetir la actividad pasada una semana para que el niño se familiarice con su nombre.

Nota; solo deberá ser el nombre de pila sin apellidos y de preferencia con letra minúscula de imprenta, evita la letra palmer pues los trazos son muy complejos para que los reproduzca un niño de esta edad.

Escritura del nombre_3 años

A los tres años enseñar al niño a escribir su nombre es una excelente contribución con él o ella sobre todo si está a punto de asistir a la escuela o ya asiste. Provéete de un cuaderno de dibujo grande y pídele al niño que se dibuje, al terminar pídele que escriba su nombre debajo del dibujo que hizo. Dale libertad para escribir como conciba sus letras pues son sus primeras hipótesis del nombre. Para cuando el niño haya terminado  escribe a un lado su nombre y léelo, después pide al niño que lo lea. La intención será hacer comparaciones, familiarizarlo con vocales y consonantes a partir de una palabra completa. Vuelve a repetir la actividad pasada una semana hasta que el niño aprenda a escribir su nombre.

Nota; solo deberá ser el nombre de pila sin apellidos y de preferencia con letra minúscula de imprenta, evita la letra palmer pues los trazos son muy complejos para que los reproduzca un niño de esta edad.

Escritura del nombre_4 años o mas

Después de los cuatro años la escritura del nombre propio es casi un “debe” para el niño sobre todo porque ya asiste al preescolar o está próximo a ingresar al nivel primaria. Para esta edad el niño ya deberá estar familiarizado con las letras, el acto de escribir y leer aun cuando no se dé como tal. Lo importante será que el niño descubra que existen letras, reafirme actos de lectura, escritura y construya hipótesis de dicho proceso. Si el niño ya sabe escribir su nombre con apellidos es excelente pues está listo para continuar el proceso de lectura y escritura pero si aun no sabe hacerlo te recomiendo iniciarlo a la brevedad sobre todo porque está a un paso de formalizar este proceso. Para ello cómprale una libreta normal de preferencia rayada para iniciarlo a conocer las letras de su nombre, emplear el lápiz, escribir en el cuaderno, respetar espacios y familiarizarse con la dirección de la escritura. Inicia por escribir solo su nombre en la libreta, léele lo que dice ahí y en seguida pídele que escriba su nombre sin apellidos. Si el niño se sale de las líneas, sus letras son garabatos, se sale de la rayita o su escritura se va hacia abajo no importa recuerda que lo estas iniciando a escribir y para él o ella está siendo muy complejo pues no lo iniciaste cuando recién tenía un añito así que ahora deberá aprender diferente. Repite la actividad por lo menos tres veces por semana y para cuando veas que el niño ya reproduce su nombre con vocales y consonantes ahora pasa a enseñarle a escribir sus apellidos como lo hiciste con el nombre. Se constante hasta lograr que el niño escriba su nombre con apellidos empleando vocales y consonantes.