miércoles, 13 de enero de 2016

Plan mensual para niños de 3 años


Anecdotario

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miércoles, 6 de enero de 2016

Carta a los reyes magos

Queridos reyes magos para este día deseo que niños y niñas grandes sean invadidos de un cúmulo de bendiciones. Deseo de corazón que cada madre o padre se impregnen de esa alegría natural  de los niños.
Queridos reyes magos para este día oro porque cada niño o niña grande que no haya podido obsequiar un juguete a su hijo o hija no se sienta minimizado, devaluado, mucho menos derrotado por no tener para comprar un juguete por el contrario que sean capaces de sentir la energía, vitalidad y magia de la vida invadiéndolos con o sin juguetes.
Queridos reyes magos para este día de reyes deseo que niñas y niños grandes posean la sabiduría de obsequiar a sus hijos;

Templanza 
Para que lo material no se anteponga a lo espiritual y sea contagiada a sus hijos

Confianza 
Para legar a sus hijos bienes espirituales

Inteligencia
Para dar regalos eternos; amor y felicidad

Dicha 
Para saber discernir entre el gusto momentáneo y el pasajero

Feliz día de reyes para ti y deseo de corazón que tu dicha sea eterna!


Para este día deseo...

Que los reyes de casa jamás pierdan la magia de la inocencia!

Para este día deseo...

Que los reyes de casa sean empapados de la mágica autoestima!

Para este día deseo...

Que los reyes de casa jamás pierdan la magia de mirar su vida como un juego, un divino juego!

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Felicidad

La felicidad es tan natural que cuando uno la siente el mundo gira, gira y uno baila de alegría. Lo que no es natural es desearla en especial para los hijos… porque como vamos a desearla para los peques cuando ellos ya la poseen. Están impregnados de su magia, de su alegría, ríen y su risa es tan contagiosa que a uno lo ponen alegre. Así que porque desear la felicidad para ellos si ya les pertenece. La felicidad nos habita desde el mismísimo día de nacer y si nos ponemos a buscarla nos extraviamos. La esencia de la felicidad se ha distorsionado a tal grado que deducimos que para ser felices debemos esforzarnos haciendo esto o lo otro e incluso nos entregamos en cuerpo y alma a lo que nos dicta el exterior para lograrla, pero solo nos extraviamos. La alegría, felicidad o dicha no se obliga brota al natural, surge de la nada. El problema es que hemos olvidado como se siente, como es vivir con ella y en especial la hemos distorsionado a tal grado que no sabemos discernir entre lo que es la felicidad y la falsa felicidad. No sabemos discernir entre lo natural y artificial, situación que fractura la felicidad de los niños pues ellos la están viviendo, son alegres por naturaleza.
Al cierre de este año me decidí a escribir acerca de la felicidad porque no existe mayor regalo que dar felicidad a un hijo. Dar felicidad a un hijo es tan valioso que te aseguro será un regalo invaluable para el niño. El cómo obsequiarla requiere de compromiso para empaparte de felicidad, no se trata solo de intentarlo un segundo para generar ideales en los peques y olvidarlo al siguiente instante, se trata de responsabilizarte para ser feliz por naturaleza porque así naciste. 
Intentare apoyarme de las siguientes citas para decirte como cultivar la felicidad en tu corazón…

La alegría de vivir solo puede ser concebida desde ti
Si tu alegría es natural, permanente, constante nada la perturba entonces tu felicidad irradia en tus hijos.

La felicidad no tiene nada que ver con el triunfo, la felicidad no tiene nada que ver con la ambición, la felicidad no tiene nada que ver con el dinero, ni el poder, el prestigio. La felicidad está relacionada con tu consciencia, no con tu carácter.
Si eres capaz de tomar conciencia de ti, eres capaz de hacer feliz a tus hijos porque no te extravías entre tu carácter, lo material y las ansiedades del exterior.

Depende de ti la felicidad, de tu estado de conciencia o inconsciencia, de si estas dormida o despierta.
Si no tienes conciencia de la felicidad, la tristeza invadirá tu corazón, la ansiedad invadirá tu mente o la ira se apoderara de tu cuerpo. Depende de ti la felicidad para vivirla con la de tus hijos.

Previo a la felicidad está el placer, al placer le sigue el dolor y al dolor lo seguirá el placer entonces te alejas de la felicidad.
El riesgo que corre la felicidad es confundirla con el placer aquel que es pasajero e hipnotiza al corazón pensando que durara por siempre, cuida de no tropezar con él… con el placer.

Hay personas que viven a medias ni dormidas, ni despiertas, viven en el limbo, un poquito dormidas y un poquito despiertas, ni son felices, ni son infelices.
Aventúrate a descubrirte, a sentir tu felicidad gradual y religiosamente cada amanecer. No te quedes pensando que pudiste haber sido feliz

Cuando empiezas a tomar conciencia de ti, entonces la felicidad llega a ti. La felicidad tiene un sentido completamente de calidad y menos de cantidad.
Aun cuando te lleguen a tocar nubarrones, trae motas de alegría a tu corazón y descubrirás que un mínimo esfuerzo por sentir alegría cuando todo se torna obscuro alivia todo mal. Cuando invades tu Ser de calidez y alegría todo se ilumina.

Cuando eres feliz te sientes plena, empiezas a desbordarte, algo estalla en tu Ser surge una armonía en TI… te haces música.
Niños y niñas son felices por naturaleza, así nacimos, solo que al paso de los años hemos olvidado la felicidad. Cuando los padres son capaces de emanar alegría no permiten, ni les crean a sus hijos tristeza porque saben que eso los hace infelices.

!Deseándote de corazón que la felicidad inunde tu hogar de luz y paz¡


No reprimas las emociones de un niño

Si eres valiente para no reprimir tus emociones tendrás aplomo para no reprimir las de tus hijos. Si  sabes que es la represión sabrás el daño que provoca. Si no la generas en ti, no la generas en otros veamos que es la represión...
  • La represión es hacer cosas que jamás quisiste hacer
  • La represión es ser la persona que no eres
  • La represión es un modo de destruirte
  • La represión es un suicidio muy lento
  • La expresión es vida; la represión es suicidio
En un entorno familiar las palabras que se dicen a los niños pueden llegar a ser represoras, tan represoras que no se tiene conciencia del daño que les provocan veamos solo tres de ellas…

-cállate- reprimir a un niño para que no hable es como dejarlo envenenado de ira. Aun cuando lo que hable sea fatal es mejor abrirles el cauce de su ira emocional, sin que te lesione, a dejarles envenenado el corazón. Cuando un padre o una madre no reprimen sus emociones poseen la sabiduría de dejar hablar a los niños.

-atiende- obligar a un niño atenderte es reprimir su inocencia, es obligarlo a reaccionar a tus deseos, es encuadrarlo en algo que no quiere. Más vale aquilatar lo que merece la pena atender para enseñarle al niño el arte de percibir los pequeños detalles de lo que le pides a exigirle que te atienda. Cuando reprimes a un niño lo pones a  temblar por dentro.

-Tranquilo- reprimir la energía de un niño, para que se tranquilice, es como pedirle que controle un volcán de energía. Mejor dale alternativas para canalizar esa energía en lugar de convertirla en ira hacia ti.