miércoles, 8 de abril de 2015
lunes, 6 de abril de 2015
Psicomotricidad gruesa para maternales
A partir de los 2 y 3 años ya es importante
estimular la psicomotricidad gruesa en el niño y para ello sugiero las siguientes
alternativas. El tiempo para realizar las actividad sera acorde al interés del niño y lo puedes realizar cualquier día de la
semana.
Elije un espacio
adecuado
- Distribuye juguetes por todo el espacio elegido, dejando grandes y pequeñas distancias entre cada uno de ellos.
- Dile al niño que jugaran a ser gigantes y enanos. Cuando mama diga gigantes se desplazaran como gigantes altos, altos. Cuando mama diga enanos se desplazaran como enanos bajitos, bajitos.
- Coloca un juguete, sobre la cabeza del niño para que se pasee por el espacio elegido.
- Coloca un juguete sobre la espalda del niño y pidele que se desplace de cuadrúpedo por el espacio elegido.
- Coloca ahora el juguete sobre uno y otro hombro del niño para que se pasee por el espacio elegido.
- Ahora pídele que transporte ese juguete como cuadrúpedo invertido.
Observación:
elige un juguete que sea ligero, no resbaladizo, superficie plana como una
bolsita, un bloque, un lego, coche o un juguete de peluche.
Inteligencia sensoriomotriz
En el bebe de
entre los 6 y 10 meses está sucediendo la inteligencia practica o sensorio
motriz. Inteligencia que aparece mucho antes del lenguaje y consiste en
la percepción y movimiento de todo lo que rodea valiéndose de su capacidad de
prensión. Y para estimular este tipo de inteligencia te propongo que te sientes
a la mesa con tu bebe, coloques una gran canasta con frutas de varios tamaños y
la pongas al alcance del niño. Teniendo este escenario tu hijo tomara de
inmediato las frutas y eso será excelente, pues estarás estimulando pulgar e
índice para tomar las frutas lo cual estimula su inteligencia practica y además
incorpora nuevos elementos a su pensamiento. El bebe mete o saca frutas de una
canasta, tu le nombras una a una y de esta manera lo familiarizas con el
lenguaje.
Realiza esta
actividad por alrededor de 5 a 10 minutos, no excedas el tiempo para no cansar
al bebe. Sugiero repetir la actividad por 2 veces más durante el resto de la
semana pero ahora empleando juguetes, pastas, verduras, piedritas, hojas, lo
que desees.
miércoles, 1 de abril de 2015
¡Pon atención!
Cuando dices a
un niño -pon atención- lo dices porque deseas que el niño aprenda algo nuevo,
siga una instrucción, se percate de lo que estás hablando o comprenda lo que
tratas de enseñarle. Pero deseo compartirte que para comprender hace
falta además de atender; percibir. Quizá un niño te atienda pero no sabrás si percibió
lo que le enseñaste para llegar a comprenderlo. Pensamos que con atender el niño
aprenderá, no nos detenemos a analizar que ademas de atender se precisa: percibir.
La percepción
realiza la tarea de producir los ingredientes para el procesamiento de la
información. Es la percepción la que organiza el mundo. Es la percepción la que
nos proporciona las observaciones o proposiciones que luego manipulamos con la
lógica. Si bien hemos elaborado excelentes sistemas de procesamiento mental, no
ocurre lo mismo con la percepción, porque no hemos entendido que es, siempre
hemos pensado que percibir es mirar, es como algo pasivo. Siempre nos hemos
sentido incómodos con la fluidez y las posibilidades de la percepción y nos
hemos refugiado en la verdad de la lógica, pensamos que con atender el niño va
aprender. La percepción desempeña un papel fundamental en el pensamiento pues
de lo que perciba será capaz de comprender nuevos sistemas de información.
Un niño
australiano de cinco años de edad, llamado Johnny, es invitado por un grupo de
amigos mayores a elegir una moneda de entre dos. Hay una moneda grande de 1
dólar, y otra más pequeña, de 2 dólares. Elige la más grande, la de 1 dólar.
Sus amigos lo consideran estúpido, por no saber que la moneda más pequeña vale
el doble. Cada vez que quieren tomarle el pelo a Johnny le ofrecen que elija
entre las dos monedas, y el siempre toma la menor, como si fuera incapaz de aprender.
Cierto día un
adulto que observa la transacción, toma aparte a Johnny, y le advierte que la
moneda pequeña vale el doble, que la grande, aunque no lo parezca.
Johnny escucha
atentamente y después dice: “Ya lo sé”, pero cuantas veces me habrían dejado elegir
entre las dos monedas, si la primera vez hubiera elegido la de 2 dólares.
Fue la
percepción de Johnny la que le permitió adoptar un punto de vista más amplio y
considerar la posibilidad de repetir el juego.
Atención y percepción
Propiciar la atención y
percepción en niños de 3 a 6 años es determinante, pues llegara el momento
en que el niño deberá ir a la escuela y si no sabe cómo es atender o percibir los
detalles, enfrentara serios problemas cognitivos o conductuales. A veces esperamos
que ambos conceptos se den de manera natural, sin percatarnos que se pueden lograr
mediante situaciones de la cotidianeidad, aquellas en la que está inmerso un niño.
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