Sienta al bebe en el piso y juega con el a lanzarle una pelota grande para que la atrape y te la devuelva. Un acto
tan simple y cotidiano es motivo para agilizar todo su esquema corporal, sus sentidos y le crea una gran emoción, basta una pelota para crear alegría
en un pequeño.
Jugar a las escondidas a tan temprana edad es un acto totalmente
estimulante para tu pequeño. Solo se trata de sentar al niño al centro de la sala
o su recamara y realizar las siguientes acciones: escóndete detrás de él y
cuando no te vea, llámalo por su nombre para que voltee, escóndete detrás del
sillón y cuando no te vea, llámalo por su nombre para que te busque, escóndete
detrás de la cortina, de la cama, la silla, etc. Jugar a las escondidas estimula
en tu pequeño su capacidad de audición, control de su cuerpo, atención para
buscar el sonido de tu voz, etc.
Colócate un títere sobre la mano y chárlale al bebe moviendo el títere en
diferentes ubicaciones; arriba, abajo, a un lado, al otro, etc. La intención
residirá en invitarlo a perseguir con la mirada el títere para iniciarlo en la noción
espacial al seguir un objeto
Te invito a estimular la planta de los pies de tu pequeño con una pelota de
esponja, una tela de seda, un muñeco de peluche, alguna esfera de madera, ónix o
vidrio. Solo elije los materiales que consideres adecuados y estimula la planta
de los pies de tu pequeño suave y rítmicamente, una y
otra vez por los piecitos del niño. Un excelente momento para relajar al niño,
familiarizarlo con diferentes texturas y sobre todo alertar sus sentidos.