miércoles, 9 de enero de 2013

Llanto agobiante


Estimulando el lenguaje

Estimula el lenguaje del pequeñito a temprana edad. Solo consigue un silbato y realiza con el diferentes sonidos; largos, cortos, suaves, fuertes, etc. A la par estimula al pequeñito a tocar el silbato como imitándote  Con un acto tan sencillo estimularas en el niño la capacidad de respirar, articular sus cuerdas vocales, articular los órganos del habla, atender a mama, controlar manitas, boca, etc.

Fotografiando al niño


De todas las iniciativas para estimular al pequeñito....fotografiarlo es una excelente oportunidad para llevarlo al pasado. Proponte visitar una granja y contacten con cuanto animalito lo permita, ahora fotografía al niño con algunos de ellos. Concluida la visita, imprime las fotografías, muestralas al pequeño, pegalas en su recamara o haz un álbum, electrónico o fisico donde se plasme el pasado. Sera una oportunidad única para estimular en el pensamiento del niño  el paso del tiempo y traerás a su mente la esencia de los recuerdos.

El miedo de la noche


Magdalena tiene diez meses. Regularmente despierta entre la medianoche y la una de la madrugada y llora desconsoladamente. Su madre se levanta y mueve suavemente la cuna mientras canta una canción en voz baja hasta que la pequeña retorna su sueño. El papá está cada vez más irritado y le exige a su esposa que no se levante. "Déjala llorar hasta que aprenda que lo mejor que puede hacer es volverse a dormir", le dice a su mujer. Cree que está malcriando a Magdalena.
Esta bebé aún no puede autorregular el miedo que la invade cuando despierta en medio de la noche y percibe silencio y oscuridad a su alrededor. La actitud de su mamá, que acuna suavemente a Magdalena hasta que la niña cierra nuevamente sus ojitos es la adecuada. El consejo del papá será válido en unos meses más, cuando su hija pueda recurrir a sus propias estrategias para autoconfortarse. En efecto, doce meses más tarde, Magdalena frota el "tuto" contra su nariz hasta retomar el sueño. Su mamá no tiene que levantarse a confortarla. A los cuatro años, la niña continúa despertando a medianoche, pero ahora es un gran león de peluche, regalo de su abuela, el que la tranquiliza. Magdalena abraza a su león en la oscuridad y en voz baja le pide que dé un gran rugido para espantar a los fantasmas. A los pocos minutos la niña duerme nuevamente.

martes, 8 de enero de 2013

Inocencia


Vientre y Respiración


Y que te parece si ahora estimulas el vientre del bebecito y su respiración. Te recomiendo delicadeza y mucho cuidado para hacer lo siguiente: Recuesta al pequeñito boca arriba solo con su pañalito, toca suavemente el vientre del bebe para que lo apriete y afloje. Retira tu mano y vuelve a tocarlo. Apretar y aflojar el vientre será el primer estimulo. Toma un cojín pequeñito y colócalo sobre el abdomen el niño, presiona muy suavemente por unos segundos para estimular la respiración abdominal. Ejecuta estas acciones por dos o tres series.

Brazos y Manos


Recuesta al bebe sobre la cama boca arriba y haz lo siguiente:
  • toma ambas manitas y; estira y afloja delicadamente,
  • llévalas arriba, abajo, una y otra vez, 
  • abre y cierra el puño de ambas manitas, una y otra vez,
  • masajea suavemente del hombro a la mano, una y otra vez,
  • estira dedito a dedito del pequeñito masajeando uniformemente.

Abras estimulado las articulaciones de brazos y manos del bebe. Un excelente descanso corporal y además de estimulas su habilidad motriz.