viernes, 16 de noviembre de 2012

Abriendo deditos


Miras sus manitas, el puño cerrado, la boquita abierta y los ojitos cerrados. Así es…esto es indicativo de un bebecito recién nacido y por ahora solo hay que estimular suavemente estos órganos. Para ayudarle a descansar inicia con las manitas. Introduce tu dedo índice entre los deditos del puño cerrado del bebe y abre lentamente dedito a dedito, repite el movimiento una y otra vez en ambas manitas. Ahora estira delicadamente los dedos  de ambas manos. Abras dado un placentero descanso a tu bebe.

Pelando un plátano


Un plátano para ser pelado por el niño. Así es…ahora se trata de aprovechar una de las frutas que se presta para ser pelada por el niño. Sentada con el bebe  a la mesa solo toma un plátano e inicia a pelarlo por la puntita mostrándole al bebe como hacerlo, ahora dáselo y ayúdale para que termine de pelarlo. El solo acto de jalar la cascara, articular las manos para tomar el plátano, controlar sus deditos para jalar  y observa cada uno de sus movimientos son estímulos muy importantes para desarrollar sus habilidades motoras finas. Una vez que el bebe ha pelado totalmente el plátano acerca un plato grande de preferencia  y dale una cuchara pequeña para cortar trocitos de fruta.
Sera una excelente oportunidad para estimularlo nuevamente. Estarás iniciando al niño a controlar gran parte de sus movimientos finos y en especial lo estas familiarizando  a manejar la cuchara, atender las indicaciones de mama, descubrir que no se tira la comida, saborear el plátano, autocontrolarse-..gau! acaso esto no es aprendizaje….

No al carácter, si a la conciencia


Yo no creo en absoluto en el carácter. Deposito mi confianza en la conciencia. Si una persona se hace más consciente, su carácter se transforma. Pero esa transformación es completamente distinta. No está controlada por la mente; es algo natural, espontáneo. Y siempre que tu carácter sea natural y espontaneo poseerá una belleza propia; entonces…cambias, abandonas la ira. Te desprendas de lo que te desprendas volverá a expresarse desde otro angulo. Tiene que ser así. La ira ya no es ambición es ira al natural.
La gente normal se enfada de vez en cuando, y esa ira es fugaz, es momentánea. Después vuelven a reírse, vuelven a ser amables; las heridas no les duran mucho, En los ambiciosos su ira es permanente. Simplemente están enfadados, y por nada en especial. Han reprimido tanto la ira que simplemente están enfadados, en un estado permanente de furia. Se verá en sus ojos, se verá en su nariz, en su cara, en su modo de vida.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Un caos


Apariencia fisica


La mayoría de los adolescentes se interesan más en su aspecto que en cualquier otro asunto de sí mismos y a muchos no les agrada lo que ven cuando se miran en el espejo. Los varones quieren ser altos, anchos de espalda y atléticos; las niñas quieren ser lindas y delgadas, con formas y con una piel y un cabello hermoso, cualquier cosa que haga que los muchachos se sientan atraídos hacia ellas. Los adolescentes de ambos sexos se preocupan por su peso, su complexión y rasgos faciales, lo que trae como consecuencia biológica y hasta trastornos psicológicos la aparición del desorden en la salud como desnutrición, descuido del peso (falta de autoestima) anorexia, bulimia, y hasta abuso de alcohol, drogas y otros vicios. Las chicas tienden a ser menos felices con su aspecto que los varones de la misma edad, sin duda por el gran énfasis cultural sobre los atributos físicos de las mujeres. Cuándo a los adolescentes se les pregunta ¿qué es lo que no te gusta de tu cuerpo?. Generalmente los varones responden; nada, mientras que las niñas responden una serie de aspectos que en realidad odian. Cuestión que debe ser tratada como tema de autoestima para evitar trastornos psicológicos futuros. 

Siguiendo juguetes


Para esta aportación provéete de algunos juguetes. Enseguida coloca al bebe en postura de gateo. Se trata de poner enfrente del pequeñito un juguete a una distancia corta para que vaya por el mediante el gateo. Una vez que lo ha conseguido dale unos minutos para que lo explore y lo juegue. Vuelve a colocar otro juguete frente a él, pero ahora más alejado para que vaya por él.  Continúa de la misma manera motivando al pequenito a alcanzar  los juguetes mediante el gateo. Y te sugiero que solo sean de tres a cinco juguetes con sus respectivos intervalos de exploración.  

Otro tipo de vida


Y qué tal si elevas el nivel de sensibilización en tu pequeñito al invitarlo a contactar con diferentes animalitos. Solo acércale un tortuguita para tocar, o un pececito para mirar, o quizá que vea volar a las mariposas o los pajaritos. La intención radica en elegir una tarde para contactar con otro tipo de vida.