lunes, 12 de septiembre de 2011

0 a 4 meses



Adaptación: acoplando el cuerpecito a un nuevo mundo.
La recién llegada del bebe  le exige en primera instancia generar movimientos externos para el desarrollo de su cuerpecito. Es por ello que la actividad del día le sugiere voltear ocasionalmente al bebe boca abajo durante sus periodos de vigilia. Estando en esta postura le sugiero estimular su cabecita acercándole un pañuelo de papel a su rostro de tal forma que roce ligeramente sus mejillas para que voltee por sí mismo con ello estará fortaleciendo el cuello y la cabeza del bebe. Que el corazón de un nuevo ser que habita su vida diaria invada su hogar espiritual de “tolerancia y amor": virtudes universales del SER HUMANO

5 a 10 meses


Psicomotor: pequeños esfuerzos
Recueste al bebe boca abajo colocándolo sobre una toalla o cobija enrollada, con las piernas flexionadas. Ahora muéstrele un juguete para que intente tomarlo hasta que quede apoyado en una sola mano. La actividad sugiere estimular al bebe para que se coloque por si solo en posición de gateo una vez que ha conseguido el juguete. Vuelva a repetir la actividad con otro jugete de tal forma que realice de dos a tres intentos de apoyarse sobre una mano. Que el corazón de un nuevo ser que habita su vida diaria, invada  su hogar espiritual de “tolerancia y amor": virtudes universales del SER HUMANO

10 meses a 1 año



Psicomotor: equilibrio en la cuna
Estando en la cuna levante al bebe y apóyelo sobre los barandales cuidando que se mantenga erguido. Ahora coloque juguetes sobre la cuna para que el bebe intente agacharse a tomarlos. Es importante que coloque de uno en uno, los juguetes,  para no saturar el interés del bebe cubriendo el objetivo de la actividad, estimular el equilibrio al agacharse, con ello estará fortaleciendo su cuerpecito para la futura marcha. Que el corazón de un nuevo ser que habita  su vida diaria, invada  su hogar espiritual de “tolerancia y amor": virtudes universales del SER HUMANO

viernes, 9 de septiembre de 2011

Niño bueno. Niño malo


Nacen dos niños: uno es bueno, el otro es malo. ¿Por qué llamas a uno bueno y al otro malo? ¿Es la realidad o es tu interpretación? ¿Cuál es el bueno, y por qué? Si el niño es obediente, es el bueno; si es desobediente, es malo. El que te sigue es bueno, el que se resiste es malo. Ésta es tu interpretación. No dices nada acerca de los chicos; sólo dices algo acerca de tu mentalidad.
El espíritu necesita libertad: crece en libertad; únicamente en ella. Si realmente eres una madre, te alegrarás si tu hijo es rebelde o si es obediente, porque a ninguna madre le gustaría dar muerte al espíritu de su hijo.
Date cuenta de esto y ya no pensarás en estos términos (que un hijo es bueno y el otro es malo). No interpretes. Cada niño es único, cada niña es diferente. La divina fuerza creativa es tal que nunca se repite.
Entonces, únicamente dirás que este niño es diferente de aquel otro. No dirás que éste es bueno y el otro es malo. No sabes qué es bueno y qué es malo. Este niño es obediente y el otro es desobediente; pero nadie sabe qué es lo bueno.
Deja que uno madure para decir que sí, y que el otro crezca para decir que no. Pero no interpretes porque, en el momento en que interpretas, comienzas a destruir. Decir que sí es la naturaleza de éste, y decir que no es la naturaleza del otro. Ambas son necesarias.
No te sientas herido cuando un hijo te dice que no, pues ¿quién eres para componer a un niño? Viene a través de ti, eres un medio. No te transformes en un dictador. El amor nunca es autoritario y, si nunca lo eres, desaparecerán estas ideas del bueno y el malo. Entonces, amarás a los dos. Tu amor fluirá incondicionalmente. Así es como el amor de Dios fluye hacia este mundo: incondicionalmente.
¿Cómo puedes ayudar a un niño a permanecer íntegro?: mantente alerta para no dividirlo inconscientemente. No condenes nada. Si consideras que algo es peligroso, dile a tu hijo que es peligroso, pero no que es malo porque, cuando dices que es peligroso, estás comentando un hecho, mientras que, cuando afirmas que es malo, has introducido una valoración. Di "peligroso" y déjale al niño libertad, pues tu experiencia no puede transformarse en la suya. Tendrá que experimentar por sí mismo. A veces, incluso tendrán que hacer cosas peligrosas; sólo así podrán crecer. A veces, será necesario que se caigan y se lastimen; sólo así aprenderán. Deben atravesar situaciones, lastimarse y asustarse; pero ésa es la única forma de crecer.
Si proteges demasiado al niño, no madurará. Muchas personas siguen siendo niños: su edad mental nunca supera a la de los niños. Envejecen: pueden tener setenta años, pero una edad mental aún de siete, por haber estado tan protegidos.  Es necesaria cierta desprotección, y también protección, para madurar. Observa al jardinero que trabaja con sus árboles: los ayuda, los protege, pero aun así les da libertad para moverse bajo el sol, la lluvia, las tormentas. No se lleva esos árboles adentro de la casa para protegerlos de la tormenta, del sol y de los peligros que siempre acechan ahí afuera. Si te llevas el árbol adentro, morirá. Una planta de invernadero es artificial, y todos nos transformamos en plantas de invernadero a raíz de padres sobreprotectores.
Entonces, si tienes dos hijos, uno dice que sí y el otro dice que no, ¡ésa es la proporción! Es bueno que tengas a los dos en casa. Puedes extraer una armonía de ellos. No trates de destruir al que dice que no, no intentes impulsar y ayudar sólo al que dice que sí. Crea una armonía entre los dos. Estos dos niños son representativos del mundo entero, el yin y el yang, los opuestos, los polos. Crea una armonía entre ellos y tu familia será  verdaderamente una familia, una unidad, una unidad armoniosa….cbf





miércoles, 7 de septiembre de 2011

0 a 4 meses


Adaptación: boca abajo
Por momentos, acostarlo boca abajo. Estando boca abajo, presione suavemente los costados de la columna, bajando desde el cuello hacia la cadera y nunca en sentido contrario. Ahora volteelo boca arriba para que repose. Vuelva a repetir el ejercicio como máximo tres veces.

5 a 10 meses


Psicomotor:  pequeños esfuerzos
Recostado el bebe boca debajo de un suave masaje en la espalda. Ahora en la misma posición boca abajo coloque una toalla o cobija enrollada a la altura de su estomago y con las piernas flexionadas muéstrele un juguete para que intente tomarlo hasta que quede apoyado en una sola mano. Repita esta acción por varias veces para que el bebe tonifique espalda y articulaciones lo cual estimula su desarrollo psicomotor.

10 meses a 1 año


Lenguaje: trocitos de fruta
Provéase de una recipiente que contenga pasitas y trocitos de manzana. Tome del recipiente una pasita y cómalo para que la mire el bebe  masticar a la par que dice el nombre de lo que come. Ahora pida al bebe que la imite. La actividad consta de dos momentos; tomar, masticar y nombrar. Bajo estos tres actos estará reforzando tanto lenguaje como la masticación siendo estos elementos indispensables para la emisión de palabras sueltas.