miércoles, 29 de julio de 2015
La felicidad es algo muy sutil
Un padre pregunta a un
maestro…
Estoy muy preocupado con mi
hija de seis años, me dice que es feliz, pero siento que no lo es, siento que
soy incapaz de hacerla feliz.
Parece que estás demasiado preocupado, estar demasiado preocupado puede ser peligroso. La idea de hacer feliz a alguien nunca triunfa, va en contra de las leyes. Cuando quieres hacer feliz a alguien, la haces infeliz. Porque la felicidad no es algo que se le pueda dar a otra persona. Como mucho, puedes crear una situación en la que la felicidad podría florecer o podría no florecer; no se puede hacer nada más.
Parece que estás demasiado
preocupado por hacerla feliz y te sientes infeliz porque fracasas y si eres
infeliz ella será infeliz. Es muy fácil hacer infeliz a alguien. La infelicidad
es muy contagiosa, es como una enfermedad. Si eres infeliz, todos los que están
conectados contigo, relacionados contigo, en especial los niños, se sentirán
muy infelices y los niños son muy sensitivos, muy frágiles.
Probablemente no dirás que
eres infeliz, pero eso no cambia nada, los niños son muy intuitivos, todavía no
han perdido su intuición. Tienen algo más profundo que el intelecto, sienten las cosas inmediatamente.
La intuición es absoluta,
incondicional, simplemente dice lo que pasa. Los niños son intuitivos y se
relacionan de un modo muy sutil y telepático, no se fijan en tu aspecto, inmediatamente lo perciben.
Algunas veces sucede que la
madre lo siente un poco más tarde, y el niño lo ha sentido incluso antes que
la madre. La madre podría sentirse infeliz, pero todavía no se ha dado cuenta.
Aún está llegando a su conciencia desde su inconsciente, pero el niño lo
percibe de inmediato, es como si tuviera un pasaje directo para mirar tu
infelicidad.
Hasta
una determinada edad, los niños permanecen muy
arraigados en ti y saben lo que te está pasando. Relájate un poco déjale que
se mezcle con otros niños, déjale que juegue, y deja de hablar en términos de
felicidad o infelicidad.
En vez de eso, sé feliz, viéndote
feliz ella se sentirá feliz. La felicidad no es algo que tengamos que buscar
directamente es un derivado. Los niños se quedan muy desconcertados cuando les
preguntas: «¿Eres feliz?» De hecho, no saben cómo responder, ¡y yo siento que
tienen razón! Cuando le preguntas a un niño «¿eres feliz?», sencillamente
encoge los hombros..., porque ¿qué quieres decir?
El niño sólo es feliz cuando
no es consciente de ello, nadie puede ser feliz cuando es consciente de ello.
La felicidad es algo muy sutil, que sólo sucede cuando estás totalmente
inmerso en otra cosa.
El niño está jugando y es
feliz porque, en esos momentos, no sabe nada de sí mismo: ¡ha desaparecido! La
felicidad sólo existe cuando has desaparecido. Cuando regresas, la felicidad
desaparece. Un bailarín es feliz cuando aparece la danza y él desaparece. Un
cantante es feliz cuando la canción es tan apabullante que el cantante
desaparece. Un pintor es feliz cuando está pintando. Un niño es feliz cuando
está jugando, quizá una tontería de juego, recogiendo caracolas en la orilla
del mar, sin sentido, pero está completamente absorto.
¿Te has fijado en algún niño
recogiendo caracolas o piedras? Fíjate en lo absorto que está..., fíjate en lo
profundamente inmerso, en lo totalmente perdido que está, esa es la cualidad
del asombro y todos los niños son felices a menos que los padres los hagan
infelices.
La felicidad no hay que
buscarla directamente, haz cualquier cosa y la felicidad te seguirá como una
sombra; es una consecuencia, no un resultado.
miércoles, 22 de julio de 2015
Amor o Irá
Ahora mismo el
amor que me invade para compartir mis letras es tan etéreo que solo mi corazón
da fe de ello. Concibo el amor tan sagrado que no me atrevo a definirlo mucho
menos a decir a un padre o madre que ame a sus hijos pues solo ellas o ellos
conocen la intimidad del verdadero amor hacia sus hijos. Pero si me atrevo a compartirles
algunas expresiones que decimos a los hijos apelando al amor, pero no es amor es irá canalizada hacia el niño.
A lo largo de mi vida he recibido, dicho o escuchado algunas
de estas expresiones y te aseguro que todas ellas lesionan significativamente a
un pequeño Ser, sin embargo jamás es tarde para ser un mejor padre o una mejor madre.
Pórtate bien y te lo compro… mejor dile
al niño; -te lo compraré cuando sea el momento- no emplees el pórtate bien, evades y no eres sincero o
sincera incluso ahora mismo: -yo no sé cómo es portarme bien-
Entiende que no debes correr cuando salimos... mejor dile al
niño; -si corres, tendrás una sanción llegando
a casa- al llegar a casa cúmplela, porque si no lo haces, la próxima vez que salgas con
el niño correrá mas fuerte.
Dejen de pelear en el coche, se los he dicho
mil veces... mejor haz un alto, incluso si estas atorada en el trafico, baja
del coche y di a los niños; -ahora peleemos todos, discutamos todos, pero todos sin excusa alguna- obvio que nadie querrá bajarse del coche, mucho menos pelear pues saben que harán
un espectáculo en la calle. El solo bajarte del coche desarticula la irá y rescatas la calma para
continuar manejando y si me dices que es imposible detener
el auto te digo; emplea la inteligencia para desvanecer la ira en esos momentos.
Estudia mucho, para que seas exitoso en la
vida...mejor dile al niño; -estudia y descubrirás que el mundo es
inimaginable-
No seas grosero…mejor dile al niño; -la forma en
que le hablaste a esa persona la hizo sentir mal- se dará cuenta que las
palabras causan mucho daño a otros.
Saluda, no seas maleducado.... mejor
dile al niño; -un saludo a otra persona es como darle un regalo- te sorprenderá descubrir
como el niño dará regalos sin ser obligado, porque le nacen del corazón, pero
no porque deba obedecer a mama o papa, por cierto ahora que me lees te envió un
cariñoso saludo.
Si no obedeces, te doy con la correa… mejor
dile al niño; -si no obedeces los dos estallaremos en ira- es mejor descubrir la ira que te puede invadir o ya te invadió
frente al niño que encubrirla y desquitarte con el.
Siempre tiras
todo… mejor dile al niño; -centra tus ojos, manos, pies y todo tu cuerpo en lo que vas a
hacer y veras que no vuelves a tirar las cosas o tropezar- Cuando das
soluciones a un pequeño sin emplear las palabras concéntrate o que no vez, el
niño se queda prendado de ti recordando el día que lo ayudaste.
Todo lo haces mal…mejor dile al niño; -yo también hice mal algunas cosas- cuando recorres la cortina de tu verdad a
un niño jamás se vuelve a sentir devaluado, porque te escucho decir
que tú también lo hacías mal, incluso esta mujer que te escribe, muchas cosas
ha hecho mal. Nadie tiene derecho a devaluar a nadie mucho menos a un
hijo o hija.
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