martes, 24 de abril de 2018
miércoles, 18 de abril de 2018
Palabras, palabras
Si
de estimular el lenguaje en tu bebe se trata, trabajar con palabras es
ideal. Se trata de recortar palabras previamente
de cajas, botes o bolsas para enseñarle a tu bebe a construir frases u
oraciones. Solo recaba una cantidad suficiente de textos sean recortados o en
su propio empaque, teniendo tus materiales preparados elije uno de ellos para
leer a tu pequeño (a) y enseguida arma una frase con la palabra elegida por
ejemplo; leche (palabra) ahora dile; la leche es rica (oración). Realiza lo
mismo pero ahora con otra palabra invitando al bebe a repetir lo que dices,
recomiendo que lo alientes ayudándole y mostrándole el texto elegido. Realiza
este tipo de estímulos cuantas veces desees a lo largo de la semana con palabras
cortas o largas favorecerá la articulación del lenguaje en tu bebe.
A esconderse!
Imagina
que juegas a esconderte con tu bebe, si a esconderte estando frente a tu bebe
para estimular su lenguaje. Solo di a tu bebe; -¡no veo, no veo!- a la par que
te tapas los ojos, y al destapártelos di; -veo un bebe- vuelve a taparte los
ojos diciendo; -¡no veo, no veo!- al
destaparlos di; veo una nena, continua con la misma dinámica solo que al
destaparte los ojos ve diciendo con palabras lo que vez; suéter, silla, cuadro,
mesa, sillón invitando a tu bebe a repetir cada palabra que dices a la par que
la señalas. Al destaparte los ojos dices una palabra, señalando un objeto. Puedes
invitar al bebe a esconderse para decir
palabras. Repite el juego tantas veces
como desees en distintos escenarios para favorecer nuevas palabras.
Correr tras palabras
Si
de correr se trata un bebe es experto en ello, sea en su cochecito o sin él así que porque no aprovechar esta habilidad
para estimular su lenguaje, para ello haz lo siguiente; elije las palabras que deseas
estimular representándolas con artículos, juguetes, verduras o frutas por
ejemplo; biberón, pelota, papa, plátano. Elegido tu material para decir
palabras colócalo a tu alcance e inicia por tomar el primer objeto, como el biberón,
colócate frente a tu bebe, muéstraselo e invítalo a seguirlo a la par que vas
diciendo su nombre. Y para cuando él (a) bebe intente tomar lo que le muestras aléjate
poco a poco para que tu bebe te siga. Al iniciar hazlo lentamente y asegúrate
de ir elevando la velocidad. Se trata de jugar a perseguir un objeto diciendo
su nombre. Al hacer periódicamente este tipo de juegos propicias el lenguaje en
tu bebe.
Es tiempo de comunicarse
Ya
es un o una preescolar y su bagaje de palabras es tan amplio que no hace falta
estimularlo (a) por fin se ha desencadenado un cumulo de palabras cual torrente
de comunicación. Ahora compete estructurar,
dar un orden, secuencia y una cronología
a las palabras que dicen niños y niños. Un orden
porque el niño aprende mediante ensayo y error que las palabras van saliendo
abrupta o melodiosamente de ahí que cuando lo o la escuches hablar
desaforadamente permite que evoque todo lo que su cerebro tiene que decir, permite
que se exprese atropelladamente después cuando haya pasado aquella excitación
de sacar sus palabritas ayúdale a estructurar
lo que dijo, si a estructurar eso que
quiso decir, quizá le falto ilación por lo que abra de darle un orden, tal vez intercambio palabras por
lo que será necesario crear una secuencia,
quizá el tiempo en el que se está expresando aún no está comprendido por lo que
su cronología de palabras aún no está
bien definida (hoy, ayer, mañana) abra que ayudarles. Solo pide al niño (a) que
vuelva a repetir lo que dijo bastara para colaborar con su lenguaje. Así que
cuando se inicie algún intercambio de palabras entre ustedes no se te ocurra
interrumpir tan preciado desfogue de palabras porque si lo haces será como bloquear
el aprendizaje dando cabida a la frustración, inhibición e incluso si lo (a)
callas o corriges devalúas su lenguaje mejor espera a que termine de expresarse
y luego den rienda suelta a estructurar, dar un orden, una secuencia a eso que te
quiere decir tu pequeño (a).
Hablan cuando sienten confianza
Se
pensaría que como ya es un niño o una niña en edad escolar su lenguaje para
comunicarse en el hogar, la escuela o fuera de casa deberá estar en elevados rangos
de interacción con otros, de elevada apertura o desinhibición para comunicarse
pero no es así. Quizá para algunos niños es una ganancia de su desarrollo y el medio
que les rodea pero para otros no. En esta etapa escolar pareciera
que niños y niñas optan por ser altamente esquivos para hablar en especial con sus padres no siendo así con sus iguales. Son tan huidizos que necesitan
sentir una real confianza para aflorar su bagaje verbal con mama o papa. Así
que… -si de comunicarte- o -querer que tu hijo te tenga confianza para hablarte
de todas sus experiencias- la clave es dársela, es rodearles de un ambiente
impregnado de certeza. Hablo de propiciar una comunicación saludable. Hablo de
tender puentes de palabras donde padres e hijos intercambien experiencias
propias o ajenas mediante una comunicación fluyendo libremente, saben que
tienen diferencias pero también saben que pueden hablar de cualquier situación
y eso solo se logra si eres una persona confiable con ellos.
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