miércoles, 25 de febrero de 2015

Porque los niños dominan a los padres

Cuando la energía se desborda en los niños entre los 3 y 6 años está sucediendo a la par el descubrimiento de sus emociones. Aquellas emociones que conllevan placer porque mama o papa le proveen sus deseos, o enfrenta frustraciones porque mama no le compro el juguete que miro al salir de paseo, quizá experimento una tremenda alegría cuando vio llegar a papa a casa o quizá le dijeron que la llevarían al cine y de pronto se cancelo la salida dejándola con tremenda rabia  porque no se cumplieron sus expectativas. Las emociones son versátiles y llevan a un niño a experimentar cuantiosos aprendizajes emocionales. Aprendizajes donde los padres juegan un papel determinante pues ya sea que contribuyan con el niño ayudándole familiarizarse con ellas, tal vez las reprima en su hijo sin percatarse de ello o quizá se deja dominar por las emociones de su pequeño, de todo puede suceder con las emociones, sean del niño o de los padres. Lo significativo de las emociones es aprender a familiarizarse con ellas, esa es realmente la tarea cuando de lidiar con ellas se trata, sobre todo con aquellas que generan insatisfacción como la ira, la cual llega a ser tan poderosa en tu hijo o en ti que si no se equilibra a tiempo el niño llega a dominarte sobre todo entre los 6 y 10 años.  Cuando se ha perdido el control de un hijo, es más cómodo etiquetarlo como niño travieso, latoso e incluso llegas a pensar que así son los niños. Conductas que lesionan tanto a niños como adultos. Quizá ya has hecho intentos por mejorar su conducta pero se te han agotado las salidas o no sabes que hacer y ante tal situación terminas siendo dominada o dominado por el niño. Si este tipo de conductas fueran pasajeras uno diría; -bien no importa, ya se le pasara-, pero no es así pues el niño terminara siendo un adulto dominante, agresivo o violento. ¿Y por qué sucedió esto? ¿En qué momento perdiste la capacidad de guiar a tu hijo?. Permíteme decirte que surgió cuando el niño recibió la ira y no supo que hacer con ella, y con tal de no mirar sufrir a tan pequeño cuerpecito preferiste proveerle de todo, cuando digo todo, hablo también de ti, ahí se inicio el problema pues  no te atreviste a mostrarle cómo funcionan  una norma, aquellas normas que equilibran las emociones. Cuando un niño sabe cómo funcionan las normas en casa, sabe comulgar con ellas, aun cuando se frustre se ajustara a las normas de casa. Por ejemplo cuando dices; "no", ante un deseo que no puede ser cubierto, la ira lo hará  explotar, pero si sabe que que hay normas en casa, lo aceptara, ese será su reto. ¿Que duele mirar a un niño sufrir? Claro que duele, quizá más a ti que  al niño, pero una norma mostrada a tiempo evitara que caigas en el dominio del niño, sin perder de vista que no es por controlarlo, es en vía de llevarlo a familiarizarse con sus emociones mediante una norma y la delgada línea es no caer en el papel de dominar al niño. El valor de las normas funcionan cuando el adulto toma el control de cualquier situación desestabilizante pues si permites que el niño tome el control, le abras permitido controlarte. Veamos como lo hace el niño;¡Ándale, si,-cómpramelo-,-por favor-, -ya no te quiero-, -eres mala-, -fea-,-le voy a decir a mi  papa-,-te odio- pedimentos de un niño que fácilmente se van incrementando cual larga lista de deseos, es como si midieran  fuerzas entre tú y el niño. Ceder ante este tipo de situaciones solo agrava la conducta del niño pues se adiestra y multiplica sus habilidades para dominarte. Él porque dominan los niños a un padre o una madre, como lo he dicho anteriormente tiene que ver con la falta de dominio de las emociones, con la falta de seguridad de lo que dices a un niño, los titubeos a la hora de inculcar una norma o el descuido por responder a la ligera, conductas que reflejan un tremendo descontrol emocional. Por un lado los padres sin percatarse lesionan al niño y terminan siendo dominados por él y por otro lado el niño engrandece paulatinamente su ego y termina siendo un tirano. Lo grave de esta situación es que el niño saldrá de casa y rebotara con su entorno pues no será fácilmente aceptado, afuera el peso de las normas es una realidad o bien termina uniéndose a pequeños grupos de niños violentos, pero aun así el problema continúa si no se detiene a tiempo. El que hacer lo describiré en una sola línea: “recupérate frente a tu hijo” tú y yo sabemos cómo se hace, solo hace falta no evadir la situación.

La confianza se riega día a dia



El autoestima se cultiva


Palabras que lesionan a un niño


miércoles, 18 de febrero de 2015

Pensamiento infantil

Si de preparar el pensamiento del peque se trata, es vital que lo inicies sin memorizar, inicialó a explorar, indagar, analizar en concreto a ser espontáneo al pensar.