Un hecho verdaderamente sorprendente es que los niños cuentan con una disposición natural para imaginar y crear cosas. Lo interesante no es que esto ocurra todos los días, lo valioso es saber apreciar, descubrir y valorar los dibujos y las historias de niños y niñas situaciones que llegan a ser de lo más ocurrentes, divertidas, originales y creativas, hechos dignos de ser perpetuados. El proceso de imaginación en niños y niñas es una función simbólica, es un proceso muy complejo que requiere contar con una habilidad mental muy interesante, requiere de habilidad para llevar a cabo combinaciones asociativas de las impresiones recibidas y acumuladas anteriormente en la mente infantil. La imaginación a diferencia de otras funciones mentales, no se repite en iguales combinaciones, impresiones y formas vividas en el pasado. Lo verdaderamente interesante de la imaginación es que ellos construyen situaciones, las que a pesar de ser elaboradas tomando como materia prima impresiones de algo visto o conocido, lo adoptan en una nueva forma de expresión, tiene un verdadero sentido que las hace fáciles de entender (sentido lógico) y de apreciar (sentido creativo). Lo que se entiende como una novedad, como una nueva imagen constituye el fundamento básico de aquello que denominamos imaginación. A partir de los tres años aparece la llamada función simbólica que consiste en cuatro elementos básicos; el juego, el dibujo, el lenguaje y la imagen mental. La imagen mental es un proceso de naturaleza intrapsíquica debido a que, a diferencia del juego, el dibujo y el lenguaje en los que podemos apreciar una expresión material de los mismos, hasta ahora nadie ha podido verdaderamente ver las imágenes y los pensamientos de los demás. El proceso que llamamos imaginación consiste en imaginar imágenes mentales, muchas de las cuales son sin duda imágenes repetidas de objetos y situaciones muy comunes que nos ayudan a percibir y memorizar y podemos llamarle capacidad de una imaginación reproductiva. Tiene por estructura y característica un elemento que aporta algo nuevo, diferente y lo más importante; valioso, debido a que puede ser apreciado por los demás, a esta otra capacidad de imaginación podemos llamarla imaginación creativa. Muchas personas y niños tienen imágenes mentales, las que en ocasiones solo quedan como una mera experiencia. Sin embargo, existen ciertos casos en que estas imágenes mentales no permanecen solo en la mente de quien las produce, sino que se tornan verdaderamente creativas y actúan mediante otras formas como el dibujo, el lenguaje, el juego donde podemos descubrir las expresiones de la creatividad y originalidad de niños y niñas. La creatividad es la forma más libre de expresión propia. No existe nada más satisfactorio que aporte un sentido de autorrealización a niños y niñas que la capacidad de expresar por sí mismos lo que sienten, piensan, de manera abierta y sin ser juzgados por los adultos. La habilidad para ser creativos, para producir algo a partir de los sentimientos y experiencias propias es el mejor indicador de un buen desarrollo mental. Debido a eso, las buenas experiencias de vida durante sus primeros años es el mejor factor que ayuda a promover esta facultad. ¿Cómo puedes promoverse la creatividad? La mejor forma es que los niños experimenten la libertad de comprometerse con aquello que consideran importante para expresarse, que descubran un camino para expresar de manera abierta aquello que sientan y piensen de manera que los productos de la creatividad infantil como los dibujos, bailes, juegos, cuentos o manualidades sean el mejor indicador para descubrir de manera autentica que es lo que en realidad sienten y piensan. Promover el pensamiento creativo es algo que, cuando se cristaliza es muy satisfactorio para ellos. Sin embargo, esto no surge de la noche a la mañana, el inicio de este proceso es verdaderamente importante: en un principio no hay que esperar grandes cosas, lo que debe hacerse es crear una especie de rutinas de escucha y observación por parte del adulto hacia el niño o la niña de forma que poco a poco vaya identificando sus intereses y potencialidades. Ser creativo es solo una parte de todo aquello que el niño puede hacer; la promoción de la creatividad puede expresarse de muchas maneras como la fotografía, la música, los viajes, los juegos, su lenguaje y mucho más. Es importante proveer al niño de oportunidades para explorar, experimentar, realizar, confirmar hasta asegurar el surgimiento de la creatividad en ellos y ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejarme tus comentarios