domingo, 22 de agosto de 2021

Actividad Intelectual

Una de las condiciones mas importantes para desarrollar la actividad intelectual en niños y niñas es la creación de situaciones emocionales a lo largo de su enseñanza. Situaciones que produzcan en ellos el afán de saber algo nuevo, algo interesante, el deseo de perfeccionar su actividad intelectual. El complejo campo de las emociones y los sentimientos tiene como base fisiológica los procesos que se realizan tanto en los sectores subcorticales del cerebro como en la corteza del mismo. La existencia de emociones presupone que la excitación nerviosa ha alcanzado no solo la capa subcortical, en cuya actividad radica la fuerza de las reacciones emotivas, sino también la corteza cerebral. Por ello no es casual que lo emocional y lo intelectual se entrelace como un todo orgánico que fomenta la actividad intelectual. La situación emocional que predispone a los escolares a la actividad intelectual la integran factores relacionados tanto con los contenidos de las materias de estudio como con el proceso de la actividad del niño, del maestro y del grupo que constituyen la clase. Todo este conjunto produce una actividad emocional indescriptible, un tono emocional que solo quien esta frente a la enseñanza sabrá si es capaz de activar el interés colectivo en niños y niñas en aras de lograr la actividad intelectual. Los niños recuerdan durante mucho tiempo las lecciones que despertaron en ellos impresiones y sentimientos profundos. Recuerdo una clase que era de las ultimas por dar, los niños estaban cansados. En la clase anterior les habían sido devueltos los ejercicios de un examen parcial de matemáticas y estaban nerviosos, agitados y ruidosos. No obstante, el maestro supo concentrar rápidamente su atención haciéndoles trabajar de forma activa y cuando termino la lección los niños se fueron alegres e impresionados por lo que habían aprendido y oído. El valor de una lección lo determina la profunda influencia cognoscitiva y emocional durante la enseñanza. La emotividad debe abarcar todo, saturar todo el proceso de estudio incluidas las relaciones que se establecen entre adulto – niño (a) y entre este y sus compañeros de grupo.
El interés intelectual refleja un trabajo del pensamiento pleno de emociones favorece la intensidad de los procesos mentales, da lugar a preguntas, obliga a buscar activamente la solución a problemas, a encontrar la forma y los procedimientos de resolverlos y fomenta el deseo de vencer las dificultades. La actividad intelectual provoca en el escolar las satisfacciones mas puras y mas elevadas. La actividad mental, sin la cual es imposible la actividad cognoscitiva constituye el estímulo más importante del interés por el estudio. Enseña a pensar, enseña de forma que los niños sientan alegría al darse cuenta de sus adelantos en el campo intelectual, es la clave para reforzar el interés intelectual.

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