viernes, 30 de octubre de 2020

Tres propuestas para jugar

El garabateo
El garabateo consiste en que el niño utilice todo su cuerpo para hacer un dibujo en el aire con amplios movimientos rítmicos. Después, con los ojos cerrados, dibuja estos movimientos en una gran hoja de papel. Cuando se invita al niño a imaginar que tiene una lámina de papel gigante al frente, tan ancha como sus brazos extendidos y tan alta como hasta donde llegan sus brazos. Le pido que imagine que está sosteniendo un lápiz en cada mano, que garabatee sobre este papel imaginario, procurando que cada rincón y cada parte del papel sea tocado. Este ejercicio corporal parece tener el efecto de soltar y liberar al niño para hacer un garabateo menos inhibido que en el papel real, después le pido dibujar en un papel verdadero, a veces a ojos cerrados, otras con los ojos abiertos. El paso siguiente consiste en examinar el garabateo desde todos sus ángulos, encontrando formas que sugieran un cuadro, y luego completar el cuadro, borrando las líneas que se deseen. A veces los niños hallan varios cuadros pequeños; otros contornearán y colorearán un cuadro grande de una escena coherente. Es entretenido hablar sobre las formas que ven y a veces ser esas formas —como mirar las nubes y ser ellas. Los niños me cuentan historias sobre sus cuadros. En ocasiones, si un niño sólo puede encontrar un cuadro pequeño, le sugiero que cree una escena propia para incorporarla a este cuadrito.
Pintar con los pies 
¿Pintar con los pies? ¡Sí, pintar con los pies! Los pies son muy sensibles y generalmente están encerrados en los zapatos, donde no pueden sentir nada. Lynn Pelsinger, orientadora matrimonial, familiar e infantil y profesora de educación diferencial, usa este tipo de pintura con grupos de niños en clases especiales. Pide a los chicos que se quiten zapatos y calcetines —algo que, desgraciadamente, no se estimula con mucha frecuencia en las escuelas— y les describe cómo sentirán sus pies ahora que están libres. Les dice que van a pintar con los pies. Después que esta idea los ha motivado, les pide que le cuenten sobre lo que imaginan que sus pies serán capaces de hacer luego pone papel de envolver en el suelo y pequeñas bandejas de pintura. Los conduce a ver cuánta pintura pueden coger con los dedos y qué sucede cuando la sueltan, los niños experimentan con esto durante algunos minutos y luego empiezan a pintar con todas las partes del pie, caminando sobre el papel para hacer diversas impresiones, pintando con varios dedos, pintando con el talón, los costados del pie, ensayando con cada pie para observar si hay diferencias. En ocasiones, Pelsinger dirige continuamente la toma de conciencia hacia los pies; en otras, los niños experimentan libremente sin instrucciones hay a la mano un balde con agua para lavarse los pies, y toallas para secarlos. Cuando termina la sesión, se sientan juntos y conversan sobre su experiencia. 
Cartas de Tarot 
Una baraja de cartas de tarot es un mecanismo de identificación mu y fértil, y la baraja Rider es la que tiene mayores detalles. Yo tengo una baraja de bajo costo que uso con niños de todas las edades. Los más pequeños pueden elegir una carta que les atraiga y tramar una fantasía en torno a ella. Con niños algo mayores les pido que escojan dos o tres cartas que de algún modo les impacten —bien o mal— y se identifiquen con las ilustraciones seleccionadas. "Yo soy la emperatriz, digo a todos lo que deben hacer, soy muy sabia y las personas vienen a pedirme consejo", dijo una niña de 13 años. ¿Es así como te sientes en tu vida? No, ¡pero sí desearía tener respuestas para algunas cosas! ¿Cómo cuáles? (dije gentilmente). Imagina que puedes preguntar lo que desees a tu emperatriz de esta carta escoge algo para preguntárselo ahora procedió a dialogar consigo misma sobre algunos problemas importantes de su vida, y para sorpresa suya, descubrió que sí tenía una sabiduría interior.

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