¿Sería posible que nosotros los adultos, por haber
usado tanto tiempo los símbolos para representar hechos (al menos en
matemáticas), hemos aprendido a percibir solo símbolos y no somos capaces de
percibir los hechos reales? Resulta claro que los niños pueden percibir los
hechos. Glenn Doman, Janet Doman.
El secreto más importante es en torno a los mismos
niños. Los adultos hemos creído que mientras más edad se tiene, más fácil se
aprende, y en algunas cosas esto es cierto. No obstante, ciertamente no es
verdad respecto al aprendizaje de los idiomas. Los idiomas están formados con
hechos llamados palabras, números o notas, dependiendo del idioma que se hable.
En el aprendizaje de hechos puros, los niños pueden aprender cualquier cosa que
podamos representarles de una manera objetiva y honesta. Mas aun mientras menos
edad tengan, más fácil les resulta.
Las palabras como todos saben son símbolos escritos
que representan cosas, acciones o pensamientos específicos y objetivos. Las
notas musicales son símbolos escritos que representan sonidos específicos y
objetivos y los números son símbolos escritos que representan un numero
especifico y objetivo de los objetos. En la lectura, la música y las
matemáticas, la mayoría de los adultos lo hace mejor que la mayoría de los niños,
pero para distinguir palabras individuales, notas o números todos los niños
aprenden con mayor rapidez y mucha más facilidad que los adultos, si se les da
la oportunidad, cuando son bastante pequeños. Es más fácil para un niño de
cinco años aprender hechos que para uno de seis, para uno de cuatro años que,
para uno de cinco, para uno de tres años que, para uno de cuatro, para uno de
dos años que, para uno de tres. Por supuesto si Usted estad dispuesto a tener
la paciencia necesaria para esperar hasta que el niño tenga dos años para
probarlo. Ahora es muy claro que mientras más pequeño se aprende hacer algo
mejor se hace. John Stuart Mill podía leer en griego a los tres años de edad.
Eugene Ormandy podía tocar el violín a los tres años de edad al igual que
Mozart. La mayoría de los grandes matemáticos, como Bertrán Russell, podían
resolver problemas matemáticos siendo niños muy pequeños.
En el aprendizaje de las matemáticas, los niños
pequeños tienen una asombrosa ventaja sobre los adultos. En matemáticas, la
ventaja que tienen los niños pequeños es impresionante. Los adultos reconocemos
los símbolos llamados cifras con gran facilidad del número 1 al número
1,000,000 y más allá sin esfuerzo. Sin embargo, no somos capaces de reconocer
el número real de objetos más allá de diez, con cierto grado de confianza. Los
niños pequeños pueden ver e identificar casi al instante el número real de los
objetos, tan bien como la cifra, si se les da la oportunidad de hacerlo lo
bastante temprano en la vida y antes de que les enseñes las cifras. Lo cual
proporciona a los niños pequeños una asombrosa ventaja sobre los adultos para
aprender y comprender lo que ocurre con la aritmética.
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