Para que un niño o una niña posean
seguridad es vital darles confianza y darles confianza exige:
- Poner en primer plano la voz del niño o la niña y tu voz en un segundo plano.
- Reprimir tus impulsos para dar a niños y niñas consejos, advertencias, inseguridades o reprimendas cualesquiera de estas reacciones si no están bien sustentadas solo desestabilizan a niños y niñas.
- Cuando niños y niñas se acercan a ti para hablar tu rol es permitir que hablen, que vacíen sus miedos, sus temores, incógnitas, sueños e ideales de volcarte en hablar o arrebatarles la palabra inhibes la intensión infantil, es mejor esperar para hablar.
- Escuchar es sinónimo de dejar hablar a otros.
- Dejarlos ser, permitirles expresarse sin la minina interrupción, apoyarles cuando se equivocan, acompañarlos cuando se frustran te demandara tremendos esfuerzos para dejar fluir mente, cuerpo y alma de un niño o una niña. Dejarlos ser es el arte de guiar sin asfixiar.
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