El miedo es una emoción
desagradable que puede llegar a ser dolorosa y se caracteriza por la amenaza real o imaginaria
de un peligro. Cuando el objeto de este miedo tiende a transformarse en algo o en una situación
irracional, persistente y fija se denomina fobia. Cuando este objeto, tanto si
se considera como innato o adquirido, desaparece como miedo o fobia y persiste
el estado emocional se define como angustia o ansiedad.
Una primera consideración del miedo
en el niño es la que hace referencia a los objetos amenazantes; aparte de que
muchos objetos, personas y situaciones son o pueden ser potencialmente generadores
del miedo, es conveniente señalar que existen diferentes tipos de miedo
específicos en etapas del desarrollo que normalmente desaparecen en el mismo
proceso evolutivo. Los miedos en la primera infancia llegan a ser; los ruidos
súbitos, la aparición de algún extraño u objeto poco habitual, los cambios en
el entorno, la ausencia de la madre. En etapas posteriores los miedos se refieren
a situaciones más específicas y son paralelas a los diferentes procesos de
aprendizajes diarios por ejemplo; miedo a ir al médico, a un perro, a una
tormenta, a los relámpagos, a la lluvia la aparición de lo malo en sustitución
de lo bueno. Una reacción de los tipos de miedo puede ser el llanto, aunque
dicho comportamiento no es solo exclusivo del miedo, sino que igualmente
acompaña otro tipo de comportamiento.
Existen cuatro tipos generales del
surgimiento del miedo y su rasgo general es que son de diferente tipo de
actuación:
El miedo por imitación.-
el miedo por imitación llamado también miedo por contagio hace referencia aquel
tipo de emoción. Los adultos al mostrar física o verbalmente que sienten miedo
enseñan al niño a temer más que a protegerse del peligro. Adicionalmente el
hecho de que el niño no pueda racionalizar la situación hace que el aprendizaje
sea más intenso y solo en otras etapas podrá ejercer una acción de tipo
contrario.
Miedo traumático o de aprendizaje.-
Aunque existen aspectos diferenciales respecto a la aparición el miedo de
aprendizaje el aspecto traumático proviene esencialmente de la intensidad del estímulo o la amenaza aunque no todos
los estímulos son potencialmente
traumáticos o producen los mismos efectos.
Miedo
por inseguridad.- En el contexto familiar y posteriormente escolar, la
utilización del castigo cuando cronológicamente el niño es todavía incapaz de
racionalizar la situación de causa – efecto se produce un estado emocional de
inseguridad que muy a menudo se concretiza en miedo al castigo. Esta inseguridad
y la secuela de miedo hacen que el niño lo traslade al objeto que se lo produce
o situación. A través de una situación aversiva los niños desarrollan temores
generalizados producto de una inseguridad persistente.
Carácter reproductor del miedo.-
En algunos casos el miedo funciona como una espiral en la cual no solo se
tiende a generalizar el estímulo aversivo sino que además este miedo llega a
ser cualitativamente y cuantitativamente progresivo; el miedo no solo produce
miedo, sino que puede llegar a producir más miedo: una situación amenazante, en
una primera experiencia, puede producir una respuesta de miedo, ante una nueva
situación y un nuevo estimulo responderá con un miedo superior. Posiblemente la
situación amenazante debilita al niño, le reduce sus defensas y hace que
responda con miedo, miedo que antes no sentía.
Predisposición al miedo.- Reaccionar
de forma miedosa ante ciertos hechos está relacionada con una sensibilidad
heredada. Igualmente influencias tempranas experimentadas por el niño pueden
influir en la sensibilidad al miedo.
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