Si… cuidado cuando vas a decir a un niño que pida las cosas por favor,
salude o se disculpe. Cuidado cuando enseñes a un niño consignas de urbanidad. Aquella
urbanidad que nos permite socializar e interactuar con otros.
Todo principio de urbanidad es una magnifica iniciativa de los padres
cuando desean que su hija o hijo se conduzcan adecuadamente entre familia, con
sus iguales, entre amigos de mamá o papá e incluso en la escuela. Porque digo
cuidado con lo que dices y pides a un niño en especial de 3 años en adelante… porque a esta edad el niño atraviesa
por una etapa de altísima sensibilidad capaz de captar la verdad y la mentira, lo
correcto e incorrecto. Es tal su grado de percepción que aun cuando tú no te
des cuenta él o ella saben la verdad. Es un don tan natural en ellos que desafortunadamente
hemos ido perdiendo algunos adultos; la
sensibilidad.
Al pedir a un niño que se comporte
atendiendo principios de urbanidad lo hace casi de inmediato, lo pone en acción
e incluso es tal su nitidez que es capaz de captar cuando alguien fractura un
principio sea adulto o niño. Veamos como
sucede, para ello empleare la consigna; “pide
las cosas por favor”
No se requiere de grandes lecciones para enseñar a un niño a pedir las
cosas por favor, se da de manera casi natural. El niño capta que deberá anteponer
la frase para conseguir, realizar o pedir
algo así de fácil es el aprendizaje de una consigna. Automáticamente el niño se adapta a un
principio de urbanidad, hasta aquí todo va bien. Pero el problema surge en el momento que se fractura
la consigna que has enseñado a tu hijo. Es decir cuando tú no pides las cosas por
favor al niño. La consigna podrá ser fracturada por los hermanos o la familia
pero se reajusta de inmediato por quien la ha enseñado. Pero cuando es fracturada por quien la pidió y enseño la gravedad de la situación se agudiza pues el niño
pierde confiabilidad. Un niño no alcanza a comprender porque él debe pedir las
cosas por favor cuando papá o mamá no lo hacen. Pero también puede suceder que entre familia no se pidan las cosas por
favor, sucede lo contrario, la consigna dada se
distorsiona a tal grado que pasa a segundo término perdiendo su esencia
de respeto. Así que… por favor, se consiente cuando
emplees una consigna para ser enseñada a tu hijo, asegúrate de que estas
familiarizada con ella, actúas o te riges por ellas y de no ser así, siempre es
bueno iniciar para después ser enseñada a tus hijos, no imaginas el daño que
se hace a un pequeñito cuando descubre que los adultos no somos coherentes respecto a lo que decimos y hacemos.
Pedir las cosas por favor es una virtud de respeto
hacia otros.
Pedir las cosas por favor va más allá de decirla por decirla.
Pedir
las cosas por favor habla del respeto que tienes por los demás.
Una virtud enseñada
y correspondida biunívocamente entre padres e hijos genera actos de verdadera
urbanidad llegándose a convertir en divinas virtudes.
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