Improvisar fuera o dentro de casa una guarida que semeje un castillo para charlar con el niño, sea con sabanas, cobertores, telas, lo que tengas al alcance, sera un excelente motivo que invita al niño a recostarse contigo por unos instantes para imaginar. Imaginar que se encuentran en el castillo de las princesas o del rey y ahí esta sucediendo una hermosa aventura. Solo atrévete a tender las sabanas y simular la guarida para propiciar la comunicación con tu hijo. Un trivial momento que deja al pequeñito hermosos recuerdos de cuando mama le hizo un castillo y platicaron mucho tiempo.
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