Llamar al niño por su
nombre desde el momento de nacer es una situación natural. Y aprovechar este acto para estimular su lenguaje
justo cuando se está articulando entre el año y dos años será muy conveniente
para un sano desarrollo. Solo requieres proveerte de tres a cinco fotografías
del niño, sentarte con él y realizar lo siguiente:
- Muéstrale su foto y dile su nombre.
Emite los sonidos de su
nombre con la siguiente secuencia:
- De corrido; consuelo
- Por silabas; con-sue-lo
- De grafía a grafía; c-o-n-s-u-e-l-o
- Realiza este mismo ejercicio de tres a cinco veces acompañado de las fotografías que elegiste.
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