Para estimular el pensamiento de un niño no siempre
se requiere de la formalidad de la enseñanza, también puedes aprovechar su entorno diario
para estimular sus esquemas de pensamiento. Solo invitalo a elegir su propia ropa para vestirse, con ello estimularas su capacidad de atención, elección de alternativas,
correspondencia término a término para hacer coincidir sus atuendos, favoreces su psicomotricidad gruesa al permitirle que se vista, el placer de hacerlo por si mismo y lo mas valioso de todo ser humano: propicias su individualidad.
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