A los tres años ya es una edad oportuna para estimular los
desplazamientos en el niño. Y para estimular este aspecto requieres de una
mascada, un pandero o instrumento que invite a llevar el ritmo. Te invito a
anudar una mascada en uno de los brazo del niño sea el izquierdo o el derecho,
posteriormente indícale que coloque sus bracitos en forma horizontal (abiertos
y extendidos) y pídele que se desplace siguiendo la mano que tiene la mascada
al ritmo del instrumento que elegiste. Seguir una mascada atendiendo un ritmo
estimula múltiples capacidades en tu pequeño: coordinación motriz, equilibrio,
percepción, noción espacio, lateralidad. Y si deseas ampliar la experiencia
repite el mismo ejercicio colocando la mascada en otro brazo.
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