A veces se nos olvida jugar con la comida. Si, jugar con la
comida, y no como una cuestión de derroche o malgasto. No, solo se trata de
jugar con tu pequeño de manera natural para mostrarle los diferentes sabores,
sin forzar, obligar o engañar. Pues estos son los factores que influyen en la
aceptación o el rechazo de la comida en tu pequeño. Invita al niño de manera
natural a sentir, paladear o rechazar los diferentes sabores que dispongas en
una mesa. Y recuerda que la clave consiste en jugar, en ningún momento sugieras
o incites, solo deja que se dé el momento (realiza el juego fuera del horario de comida para no contaminar la intención). Coloca en la mesa platitos
con una pequeña cantidad de los alimentos que preparaste en casa; sea la sopa,
el guiso, el postre, el agua, etc. e inviten a la mesa a las muñecas o muñecos
para darles de comer, o bien a comer por
sí solo eligiendo libremente lo que más le guste de cada plato, o bien a rechazarlo, etc.
Realizar varias veces este tipo de juegos permite al niño reconciliarse con
la comida, aprender nuevos hábitos para comer, y sobre todo darse la
oportunidad de mirar las conductas de ambos en planos lúdicos ante la comida.
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