Solo siéntate frente al bebe y pídele que toque tu cara, (muéstrale
como hacerlo) ahora dile toque su cara. Pídele que toque tu nariz (de no identificarla, tocala tu), ahora que
toque su nariz, continua de la misma manera como si ambos rostros fueran un
espejo, un espejo donde se van tocando una a una las partes del rostro. Fabulosa
oportunidad para estimular el pensamiento del niño al; tocarte, escucharte,
imitarte. En pocas palabras le estarás brindando momentos de reflexión,
asociación y atención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejarme tus comentarios