Sienta al bebe sobre la cama rodeado de varios almohadones, sosteniendo su
cuerpo para que no bambolee o se vaya de lado. Ahora háblale muy quedito y
cerca de su oído, como invitándolo a que persiga tu voz, háblale al otro lado,
atrás de él, delante de él, cuidando en todo momento que se mantenga sentado y
descubra de donde proviene la voz. Tu voz emitida en distintas direcciones
estimulara en tu pequeño: audición, percepción y control postural.
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