Con dos vasos de cristal cortos, anchos y una mesa pequeña
puedes hacer maravillas para estimular el pensamiento del niño. Solo invítalo a
mirarse, si a mirarse a través de los vasos. Para ello colóquense ambas en extremo
de la mesa por separado, pongan los vasos sobre la mesa al nivel de sus ojos y a la cuenta de
tres busquen sus miradas a través de los vasos. Sorprende al niño en primera
instancia mirar que mama o papa están dispuestos a jugar con él, alerta sus sentidos para esforzarse
para encontrar la mirada del otro, se esfuerza por buscar. Ahora te invito hacer lo siguiente; busquen sus miradas por arriba de los vasos, a un lado de los vasos, al otro
lado de los vasos. Te sorprenderá y sorprenderás al pequeño al mirar como coinciden sus
miradas y con ello estarás estimulando lateralidad. Finaliza el juego repitiendo
el inicio de esta aportación.
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