Enseñar al niño a respirar es una cuestión fundamental para
una excelente salud orgánica. Oxigenar todo el cuerpo es vital para cualquier
organismo. Una manera muy sencilla para enseñarle a soplar al niño consiste en
soplar “confetis”. Solo coloca en la mesa un platito lleno de confetis y pídele
al niño que inhale aire por la nariz y lo lleve hasta el estomago, lo más
profundo posible, reteniéndolo por unos segundos, a continuación pídele que lo
expulse lentamente por la boca soplando a los confetis que se encuentran en el
platito. Te sugiero que lo realices primero tu para que te observe él bebe.
Repite la acción varias veces, observando y guiando a tu pequeño para respirar
correctamente.
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