Llevar al pequeñito de entre dos y tres añitos a vivenciar
las posturas de acostado o levantado, produce en él un gran despliegue de
energía. Sumado a ello toda una gama de estímulos corporales. Solo se trata
invitar al niño a jugar contigo a; acostarse o levantarse según el instrumento
que toques. Previamente prepara el escenario donde jugaran colocando en el
suelo un tapete grueso y resistente, una campana y una sonaja ( o reemplázalos
por materiales similares). Dale las siguientes indicaciones al niño;
cuando toque la campana nos acostaremos sobre el tapete y cuando toque la sonaja no levantaremos al
mismo tiempo.
Sugiero que los instrumentos los tengas a tu alcance para ser
tocados de forma rápida y alternada. Se tratara de adivinar que instrumento tocaras
para ejecutar la acción (acostado, levantado). Pueden intercambiar los roles.
Es decir dale la oportunidad al niño para que toque los instrumentos. Un
hermoso juego que permite al niño combinar sus hemisferios cerebrales para
reaccionar ante una instrucción, pues requerirá de agilidad mental desplegando
toda una gama de; atención, análisis, rapidez y ejecución de la tarea.
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