Con el niño sentado al piso y tú de pie, toma una bola de
estambre y colócala entre las manitas del pequeño. Quédate con la punta de la
madeja y camina hacia atrás para ir desenredándola poco a poco y alejándote del niño. Procura que el bebe te mire
como extiendes el estambre, como te vas alejando, como mueves tus manos, como
le hablas, etc. Crearas un hermoso momento de admiración en tu bebe, al mirar
la magia que hace mama. Y si lo deseas puedes invertir la acción. Siéntate con
la madeja e invita al niño a caminar hacia atras para desenredarla. Una bola de estambre
detona una multitud de estímulos: capacidad de percepción, control fino de
manos y dedos, control postural, invertir la marcha y por supuesto el asombro!
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